Partiendo como el tercer cabeza de serie del torneo por detrás de Stan Wawrinka y Kei Nishikori, Gilles Simon debutó en primera ronda imponiéndose al ruso Mikhail Youzhny por 6-4 y 6-4, para encontrarse a continuación con el checo Jiri Vesely, quien había derrotado previamente al japonés Yasutaka Uchiyama. Por su parte, Jeremy Chardy logró el pase a la segunda ronda tras conseguir la victoria ante el australiano Sam Groth por 6-3 y 2-0, con el correspondiente abandono de Groth, para citarse en la siguiente ronda con el luxemburgués Gilles Muller, que acudió a la cita después de imponerse al sudafricano Kevin Anderson.

Simon prosigue con paso firme en Tokio

Mucho menos de lo que se podría haber esperado sufrió Simon en su segunda cita sobre suelo nipón, y es que el tenista francés saltó a pista con confianza, algo que mostró en sus golpes desde el fondo de la pista, que consiguieron desmontar el juego de Vesely, quien a pesar de obtener ni más ni menos que dos roturas a su favor, vio como Gilles conseguía hasta tres quiebres, que le hacían ir en volandas a por la primera manga por 6-4. Sin duda mucho más fácil fue el segundo parcial para Gilles Simon, que no concedió ni una sola opción de break, para hacerse con este set por 6-2, y por ende acceder a la tercera ronda del Rakuten Japan Open por 6-4 y 6-2 después de una hora y dieciséis minutos.

Muller saca a la luz las carencias de Chardy

A pesar de intentarlo con más ganas que acierto, Chardy consiguió poner contra las cuerdas a Muller durante el segundo partido del Rakuten Japan Open, y es que dispuso el francés durante la primera manga de siete bolas de rotura, que consiguió salvar el luxemburgués, llegando así hasta el tie break, donde fue el propio Muller el que se lo llevó por 7-3, para hacerse con la primera manga por 7-6 (3). Nada cambió al comienzo de la segunda manga, y es que tanto Chardy como Muller continuaron marcándose de cerca sin permitir que ninguno de los dos tenistas subiera algún quiebre al marcador, lo que hizo que el encuentro llegara nuevamente hasta la muerte súbita, en la que una vez más Gilles Muller salió a flote llevándosela por 7-5, y el set por 7-6 (5), haciéndose por ende con el encuentro por 7-6 (3) y 7-6 (5) después de una hora y 54 minutos.