Japón estaba preparada para acoger en su capital, Tokio, la segunda jornada del torneo de tenis que lleva por nombre Rakuten Japan Open. Con la victoria en primera ronda de Kyrgios a otro español, Albert Ramos, y la de Roberto Bautista a Richard Gaquet, cuarto cabeza de serie, ambos tenistas se habían ganado el derecho de jugar una segunda eliminatoria. El partido sería el primero entre estos dos tenistas. Kyrgios llegaba en una buena dinámica después de llegar a las semifinales en el torneo de Kuala Lumpur donde cayó eliminado a manos de Feliciano López. Roberto Bautista llegaba en mejores condiciones físicas ya que la pasada semana no jugó ningún torneo, pero la anterior alcanzó las semifinales en San Petersburgo donde le apeó Milos Raonic. El partido prometía igualdad ya que los dos tenistas llegaban en una buena dinámica y quieren afrontar las últimas semanas de competición de la mejor forma posible, quieren despedir la temporada con buen sabor de boca.

El partido no se le pudo presentar mejor al tenista australiano. Bautista estuvo impreciso con su primer turno de servicio y Kyrgios consiguió rompérselo. El set se le ponía muy cuesta arriba al español ya que, si por algo es conocido Kyrgios en el circuito es por sus potentes servicios. Así iban pasando los juegos. Kyrgios cumplió con su papel y mantuvo su fama de buen sacador; Roberto Bautista no veía la forma de meterle mano al australiano. Además, el tenista de las antípodas, metía mucha presión al resto lo que provoca que nuestro compatriota tuviese que estar en tensión en todo momento de partido. El primer parcial, como era de prever, se lo llevó Nick Kyrgios que solo cedió cuatro puntos al servicio.

Bautista era consciente de que, si quería ganar el partido, se lo debía jugar todo a la muerte súbita intentando que no le rompiesen el servicio en el devenir normal del set. A Kyrgios se le presentó una tempranera oportunidad de rotura y la aprovechó, cosa que le complicó excesivamente el set a Bautista. El segundo set prometía más igualdad en los servicios y no era descabellado pensar en un tie break.

Así pues, el segundo parcial comenzó en la línea del primero. Parecía que Bautista había pillado el punto a los saques y, de hecho, mantuvo su primer servicio en blanco. Lo mismo hizo Ninck con el suyo, pero el partido cambiaría en el segundo turno del castellonense. El australiano hizo efectiva una segunda bola de rotura en el segundo turno del español. El partido se le puso más cuesta arriba todavía a Roberto que, en su tercer turno, volvió a perder el servicio. Las posibilidades de ganar eran ínfimas, pero no dio el partido por perdido y siguió corriendo cada bola como si fuese la última. Una de esas bolas sí que fue la última y, Roberto Bautista, no pudo alcanzarla con el cordaje de su raqueta.

El partido se lo llevó Kyrgios sin mayores complicaciones en menos de una hora de juego. Bautista tenía claro que no podía ceder en los servicios, pero al final no pudo mantenerlos todos. Kyrgios jugó fantásticamente sus cartas y se llevó el gata al agua con comodidad. La victoria le catapulta a los cuartos de final donde se verá las caras con un tenista que está haciendo buenas actuaciones esta campaña: Benoit Paire.