Después de un feliz día de cumpleaños, con victoria en octavos de final y billete para las WTA Finals de Singapur, Garbiñe Muguruza debía volver a su rutina competitiva en los cuartos de final del China Open, donde se enfrentó a la estadounidense Bethanie Mattek-Sands. La jugadora norteamericana es una gran doblista, por lo que su principal arma ofensiva son las subidas a la red, donde se muestra muy sólida gracias a su excelente capacidad de volear, por lo que la rival de la tenista española tenía armas para contrarrestar la potencia de la jugadora hispano-venezolana.

Despejando dudas

Además, Muguruza tenía que afrontar también una lucha mental, pues la imagen ofrecida en el partido de octavos de final, especialmente en el primer set, estuvo cerca de costarle más caro a la jugadora nacida en Venezuela. Pero Garbiñe salió a la pista con la lección bien aprendida, y se mostró arrolladora desde el fondo de la pista, impidiendo a su rival subir a la red y moviéndola de un lado a otro de la línea de fondo con sus potentes golpes, tanto de derecha como de revés. Así, el primer juego terminó en ‘break’ de la española, pero fue sólo el anticipo de un set casi perfecto.

Muguruza sólo cedió un juego en este primer set

Excelente con el saque y letal al resto, buscando bolas profundas que dificultaran el siguiente golpe de Mattek-Sands, Muguruza fue sumando juegos con relativa facilidad, quizá mayor de la esperada, y pronto se vio con la oportunidad de conquistar la primera manga, si bien por el camino tuvo que salvar algunas oportunidades de su rival de romper el servicio, lo que hubiera apretado más el marcador de este primer parcial. Finalmente, la tenista hispano-venezolana sólo cedió un juego, cerrando el set con un contundente 6-1.

Aferrada a su estilo

La segunda manga comenzó de la misma forma que la primera, con Garbiñe Muguruza muy sólida al servicio y haciendo daño desde el resto, lo que provocó que rápidamente consiguiera un ‘break’ y una amplia ventaja que le permitió encarrilar el partido. Así, cediendo sólo los siguientes juegos al saque de Bethanie Mattek-Sands, el marcador reflejó un 5-2 favorable a la número cinco mundial, que acariciaba ya las semifinales en la capital china.

Bethanie Mattek-Sands reaccionó pero no culminó la remontada

Y quizá el exceso de relajación, sumado a una reacción movida por el orgullo de la tenista estadounidense, provocó que el partido aún no terminase. Mattek-Sands venció con su servicio y aumentó ligeramente su nivel sobre la pista y mostrando su principal virtud tenística. 5-3 para la española y saque para terminar de sellar su pase a semifinales. Pero los factores anteriores se unieron a la siempre difícil tarea de cerrar los partidos, provocando que la norteamericana consiguiera un ‘break’ y lo consolidara posteriormente, estableciendo el 5-5 en el marcador.

Cuando más sensación había de que el set se decidiese en el ‘tie-break’, apareció de nuevo la mejor versión de Garbiñe Muguruza, que sumó dos juegos consecutivos que le permitieron imponerse en el segundo parcial por 7-5, consiguiendo de esta manera el billete para las semifinales del China Open 2015, donde se enfrentará a la polaca Agnieszka Radwanska, a la que ya derrotó en semifinales del pasado torneo de Wimbledon.