Una de las tenistas más en forma actualmente del circuito femenino, la italiana Roberta Vinci, habló para el medio italiano La Repubblica, donde habló sobre los últimos meses de competición donde ha pasado de ser una tenista regular en el circuito a ser todo un icono para su país tras derrotar a la estadounidense Serena Williams en las semifinales del US Open.

Roberta Vinci reconoce que si ella fuese Serena Williams, se odiaría. "Pensaría que me ha robado la fiesta. Tenía ese objetivo de conseguir el Grand Slam y entrar en la historia. Espero que no me odie mucho", comentó en La Repubblica.

Roberta Vinci pensó en la retirada antes del US Open

También, laa de Tarento cuenta que desde que alcanzó la final del US Open, la gente la para mucho por la calle. "Me dicen que les he hecho llorar o que han apuntado a sus hijos a la escuela de tenis. He pasado muchas noches enteras sin dormir por la adrenalina que tenía", comenta Roberta, que confiesa que pensó en retirarse antes del US Open. "Pensé en centrarme sólo en el dobles pero después de alcanzar la final, seré cabeza de serie en muchos torneos. Lo mejor viene ahora", afirmó la jugadora italiana.

La jugadora italiana hizo hincapié de su carácter fuerte sobre la pista, donde se define como una chica dura, orgullosa y con carácter difícil: "Con la lluvia de puntos que conseguí en Nueva York pude ser cabeza de serie en numerosos torneos. No es que me esperaba ganar cada vez que jugase, pero el terreno de juego va a cambiar mucho. Tengo un carácter difícil, tengo muy mal humor, soy dura, orgullosa y obstinada. Y no de los que deben triunfar a toda costa, sino de los que luego se exaspera. Ahora bien, este carácter lo estoy intentando de calmar un poco, por bien de mi imagen y por la que estoy dando al resto de personas que siguen mi tenis".

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