Llegaba con toda la ilusión del mundo Roger Federer a China para intentar revalidar el título conseguido la pasada temporada en el Masters 1000 de Shanghai, pero a las primeras de cambio se cruzó en el camino del tenista suizo el español Albert Ramos, quien en segunda ronda se impuso por 7-6 (4), 2-6 y 6-3. Federer sabía de la entidad del rival a pesar de tener poco ránking, por lo que no dudó en lamentarse por la derrota sufrida, la cual deberá dejar atrás pronto para comenzar a preparar el final de temporada con Londres en el horizonte.

"Creo que la primera ronda aquí en Shanghai siempre ha sido históricamente muy difícil, pues hay que acostumbrarse a las condiciones, a la superficie y a las bolas"

No intentó buscar excusas a la derrota Federer, sino que el tenista suizo ensalzó la figura de Albert Ramos, un tenista del que tenía muchas referencias antes de saltar a pista. "Definitivamente pensé en el partido del año pasado, ero al mismo tiempo fue un partido completamente diferente. Jugar ante un zurdo puede que tenga algo que ver con ello. ¿Quién sabe? Albert estuvo haciendo un buen trabajo tratando de mantenerse a la ofensiva, así como yo estaba tratando de hacer lo mismo. Hubo algunos buenos rallys, tuve mis oportunidades, simplemente no pude aprovecharlas hoy", comentó ante los medios de comunicación.

Las derrotas pueden suceder, y Roger se encontró una en el peor lugar posible, donde defendía el título conseguido la pasada temporada y un amplio montante de mil puntos. "Tengo que mirar que pasó en esos momentos, pero al final del día esto puede suceder durante el año, por desgracia fue aquí en Shanghai donde era el campeón defensor y donde yo realmente estaba esperando volver a jugar un gran torneo. Creo que la primera ronda aquí en Shanghai siempre ha sido históricamente muy difícil, pues hay que acostumbrarse a las condiciones, a la superficie y a las bolas. Las bolas con las que se juegan aquí muy diferentes a las de otros lugares. El año pasado tuve suerte, este año no, así que es una lástima", concluyó.