Con sigilo y discrección. Así se mueve por el circuito uno de los jugadores más regulares de las últimas décadas. Abonado al top-10 y a las rondas finales de grandes torneos, Tomas Berdych no cuenta con el aura de ganador de otros, pero su carrera deportiva ostenta un mérito espectacular, por su capacidad de mantener el gran nivel que atesora cada año.

Se siente cómodo en pistas indoor, y busca resarcirse de una mala segunda mitad de temporada. Con el techo como testigo, el tenis del checo fluye libre y sin ataduras, y aunque no llegará a Londres con muchas perspectivas de éxito, el hecho de haber vencido a un Tsonga que siempre se crece ante su público, supone un gran éxito.

Berdych estuvo brillante al saque

En los primeros cuatro juegos al servicio del checo, éste solo perdió dos puntos. Su comodidad al saque le permitió afanarse en hacer break a un pesaroso Tsonga, que no lograba tomar la iniciativa con su drive y sufría mucho corriendo detrás de la pelota.

Tsonga estuvo lento y no logró dominar con su derecha

Logró la rotura finalmente el checo, encadenando una serie de buenos puntos al aprovechar el bajo porcentaje de Tsonga con primeros saques. Con 5-3 arriba en el marcador y 40-0, llegaron las primeras dudas para Berdych, que vio cómo el francés le remontaba, pero finalmente pudo cerrar el set.

No fueron las sensaciones positivas finales un acicate para Tsonga, sino que se hundió totalmente, moviéndose muy poco y viendo cómo el checho dominaba desde media pista. Llegó a tener un contundente 4-0 arriba, y se relajó notablemente permitiendo una reacción del galo, que espoleado por su público, intento dar la vuelta al marcador. 

Se quedó a medio camino, sin ser capaz de generar ninguna otra bola de break que la que consiguiera en el sexto juego de esta segunda manga. Con más comodidad de la esperada cerró el partido Berdych, cuyo rival en cuartos de final será Novak Djokovic. Se antoja realmente complicado que el checo pueda dar continuidad a su racha ganadora.