Es tiempo de hacer valoraciones de lo ocurrido con la confianza de estar saliendo del atolladero en que parecía inmerso. Rafael Nadal ha vivido momentos realmente malos en este 2015, pero poco a poco y a base de trabajo y esfuerzo, va dando señales de recuperación de la confianza.

Nadal reconoce los problemas de confianza

Es eso precisamente lo que ha hecho de Nadal un tenista mucho más frágil de lo habitual. Se libró de lesiones físicas pero experimentó severas dudas mentales, tal y como el mismo Nadal señala: "Por primera vez en mi carrera profesional no he sido dueño de mis emociones en la pista, no he tenido el control de mis nervios, he pasado malos ratos, pero lo he superado." 

El español llegó a reconocer haber sufrido una "lesión mental", ya que hubo momentos en que llegó a dudar de "cómo pegarle a la bola. "Fueron sensaciones que me ha costado superar. Ahora llevo dos meses en que creo estoy haciendo lo que hacía antes, pegarle a la bola como lo siento en ese momento, controlando mejor la ansiedad y volviendo a disfrutar en la pista", indicó.

En años anteriores, el de Manacor había regresado con aún más fuerza de sus lesiones, pero su período de readaptación al circuito se ha visto mermado por una serie de derrotas que lastraron su confianza en sí mismo: "Se pierde seguridad, uno mismo se exige más y las cosas son complicadas. Han sido siete meses en los que ha costado mucho recuperar el nivel mental."

Con vistas al futuro

Aún queda una semana de esta temporada, pero antes de comenzar el 2016 el balear tiene ante sí un reto como es el de disputar las ATP World Tour Finals: "Tengo una gran motivación, no sé lo que puede pasar, pero intentaré hacer el mejor juego posible en una superficie que no me favorece." Además, Rafa se refirió a la tendencia del tenis actual, que camina hacia un juego vertiginoso basado en el tenis de ataque: "El tenis se está volviendo un deporte de velocidad, prima la potencia antes que el juego táctico, que se está dejando de lado por la mentalidad de los jóvenes que ahora compiten."

También mira ya al futuro que suponen los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, con gran ilusión: "Competí en Pekín y no pude hacerlo en Londres por lesión, y éste ha sido el torneo que más me ha dolido perderme en toda mi carrera profesional. ¿Si los de Río serán mis últimos Juegos? Nunca se sabe."