La alegría se desbordaba en Praga cuando se confirmaba la mayor. Tras un tortuoso camino y decisiones complicadas definiendo quién jugaba cada eliminatoria, la República Checa se proclamaba campeona de la Copa Federación. Un equipo plagado de estrellas en el que cada una de ellas ha sabido ponerse el mono de trabajo y asumir distintos roles a lo largo del año.

Vendió muy cara la derrota el equipo ruso, liderado por una encorajinada Sharapova que encontró una gran motivación y dio los dos puntos a su equipo. No se vio secundada por Pavlyuechenkova, que por mucho que se afanara en lograr alguna victoria, perdió los tres partidos que disputó.

Pliskova se erige en la heroína de la eliminatoria

La joven jugadora checa tomó la delantera a Lucie Safarova en la rotación del equipo, y asumió el papel de jugar los individuales. Lo que nadie esperaba, es que después de ganar el cuarto punto a Pavlyuchenkova, la joven tatuada saltara de nuevo a pista.

No debía estar bien físicamente una Safarova que animó con emoción desde la grada. Muy loable el esfuerzo de la rusa Pavlyuchenkova, a la que no se le cayeron los anillos por pelear hasta la extenuación, aunque sale con el claro cartel de perdedora.

Comenzó el quinto y definitivo punto con los nervios a flor de piel, y ambas parejas imponiendo su ley al servicio. Hubo un intercambio de breaks y cuando parecía que se había comenzado un pacto de no agresión al resto, Pavlyuchenkova incrementó la intensidad y se vio secundada por una magistral Vesnina. 4-6 para las rusas, que hacían cundir el pánico en el público local.

Las rusas perdieron seis bolas de break en el segundo set

Pero llegó la reacción. De haberse celebrado este partido en un contexto distinto, es muy probable que el devenir del mismo no fuera el que ha sido. Superando el cansancio físico y mental, Pliskova se echó el partido a las espaldas, y jugó con una intensidad que logró arrastrar a una Strycova muy inteligente en pista, y haciendo valer automatismos de una experta en dobles.

Equipo checo celebrando la victoria. Foto: fedcup

Salvaron situaciones límite, y lograron dos breaks que les propocionó la victoria en el segundo parcial. El ambiente era espectacular, con un público tan entregado como respetuoso. Fue un palo demasiado duro para las rusas perder este set con todas las oportunidades que habían desperdiciado, por lo que no pudieron competir con garantías en el set definitivo.

Fueron imparables las checas con viento a favor, y certificaron una histórica victoria para una pléyade de jugadoras difícilmente repetible. 6-2 para terminar y revolucionar Praga, dejando con la miel en los labios a una competidora como Sharapova y sus compañeras. A buen seguro volverán a intentarlo.