Convertido en un ring de boxeo improvisado, el 02 Arena de Londres vestía sus mejores galas para recibir al mejor tenista de todos los tiempos, Roger Federer. Un espectáculo digno de la WWE les recibía a él y a Tomas Berdych, el otro invitado a la gran fiesta del tenis.

Con su aparición, Roger Federer hacía historia una vez más y se convertía en el jugador con más participaciones en la Copa de Maestros, con un total de 14. Berdych, por su parte, salía a la pista con el objetivo de ponerle las cosas difíciles a Federer y demostrar que la competición en este grupo no es solo cosa de dos.

El lastre de Berdych

Hasta los más grandes se ven afectados por los nervios, como demostró Federer en el inicio del partido. En su primer turno de servicio, el helvético cometió dos dobles faltas, que pusieron a Berdych el break en bandeja de plata.

Con 2-0 en el marcador, el checo no supo aprovechar la situación y Federer recuperó el break de inmediato. El partido entró en una fase de máxima igualdad. El de Basilea tenía serios problemas con el segundo, pero el aceptable porcenaje de primeros le permitía mantener sur servicios a flote.

Berdych hizo honor a su fama de "arrugarse en los momentos importantes" y tras un horrible juego, repleto de errores infantiles, regalaba el break y el set a un Federer que empezaba a vislumbrar la meta al final de camino.

(Fotografía: zimbio.com)

Se le ponía muy cuesta arriba el partido al contrariado Berdych, que desapareció del partido en ese mismo momento. Su porcentaje de primeros saques bajó hasta el 40%, y Roger supo aprovecharlo para encarrilar el partido y poner el 4-0 en el marcador. Con el partido ya en el bolsillo, el número tres del mundo se relajó el resto y permitió a Berdych maquillar el marcador hasta el definitivo 6-2.

Como el propio Federer reconoció al final del encuentro, la clave de su superioridad estuvo en el hecho de que supo mover a Berdych por toda la pista, impidiéndole pegar a la bola en posiciones cómodas.

(Fotografía: zimbio.com)

Para desgracia de los espectadores, la cómoda victoria de Federer, unida a la paliza de Djokovic a Nishikori, reducen la emoción de este grupo al hecho de saber quien será el primero del mismo.