Un Rafa diametralmente opuesto al del comienzo de la temporada. Ese es Nadal en esta fase final de 2015. Un tenista con confianza, con físico, y con esa calidad tenística y esa resistencia física que siempre le han caracterizado. De nuevo las derechas entran, los passing-shot se suceden y el español puede gritar a los cuatro vientos ese: "¡Vamos!" Que indica que las cosas van bien.

El manacorí se deshizo, con menos oposición de la esperada, de un Stan Wawrinka que se vino abajo en la parte final de la primera manga y no estuvo a la altura en un segundo set en el que se mostró errático y desesperado.

Nadal, más sólido

En el O2 Arena, y después de la victoria de Andy Murray sobre David Ferrer por un doble 6-4, comparecían los otros dos combatientes de este Grupo Ilie Nastase. Por un lado el suizo Stan Wawrinka y por el otro un Rafael Nadal que quiere acabar lo mejor posible este mal 2015 para centrarse ya en el que ha de ser el año de su resurrección, ese 2016 a la vuelta ya de la esquina. Los dos se habían enfrentado esta temporada en tres ocasiones con dos triunfos para el helvético, en Roma y París y una para Nadal en Shanghai.

En apenas 39 minutos, Rafa Nadal se apuntaba el primer set por 6-3

El choque comenzó con un Wawrinka agresivo que se adjudicó el primer punto del encuentro al resto y que lograba, en apenas tres minutos de juego, apuntarse el primer break del choque con un juego en blanco que tuvo como colofón un revés a una mano del suizo que tocaba línea para el 1-0. Se reponía rápido el cinco del mundo del mazazo inicial y devolvía el golpe en forma de break para poner la igualada de nuevo.

Tras las dos roturas se calmó el festival de breaks inicial y ambos tenistas comenzaron a salvar sus saques hasta llegar al 3-3. El español conseguía mantener su saque para el 4-3 y en el octavo del encuentro apretaba las tuercas al de Lausanna que no podía sobreponerse de la presión que estaba ejerciendo el cinco del ránking ATP y veía como Rafa le asestaba un nuevo break y se ponía 5-3, a solo un juego de adjudicarse la primera manga.

En el noveno juego, y con su servicio, el manacorí se hacía con el primer set ante un errático Stan Wawrinka al que le había sentado como un jarro de agua fría la rotura anterior. En 39 minutos de juego, Nadal, que había sido mejor en este primer parcial, daba un pasito en busca de la primera victoria en estas Barclays Finals de Londres.

Foto: Zimbio

Wawrinka se va del partido

El de Manacor olía sangre y volvía a apretar al máximo en busca de un quiebre al inicio del segundo set que podía empezar a convertirse en definitivo. Y tuvo unas cuantas bolas de rotura el español pero en esta ocasión el número cuatro del mundo tiró de casta para adjudicarse su servicio, no sin sufrimiento, y ponía el 0-1 en la segunda manga.

El ex número uno del mundo igualaba la contienda a un juego en el segundo y se mostraba sumamente seguro con la derecha que le comenzaba a entrar a las líneas con profundidad y también con el revés. Fruto del buen hacer del español, en el tercer juego del segundo parcial, de nuevo el español conseguía el break aprovechando los errores de un Wawrinka desquiciado, 2-1.

Wawrinka estaba desquiciado y Nadal se aprovechaba del bajón del rival para hacerse con el choque

La confirmación llegaba a renglón seguido, justo cuando el partido llegaba a la hora de juego y gracias, una vez más, a los errores del residente en St. Barthelemy que estaba totalmente desconectado del partido y tenía que ver como Nadal le estaba pasando por encima como en Shanghai, 3-1.

Veía Rafa que tenía a su rival contra las cuerdas y quería aprovecharlo. Hasta los 27 fallos se iba el helvético por los 10 del español y de nuevo, Nadal iba a conseguir un nuevo break para el 4-1 y sentenciar, ahora sí, el encuentro.

El choque, que a priori se antojaba igualado, se convertía en un monólogo en el que Rafa Nadal mostraba su mejor cara y presentaba su candidatura para, al menos, luchar por estar en las semifinales de estas Barclays ATP Finals. El encuentro llegaba a su fin con un 6-2 claro también en el segundo parcial, y el tenista español se adjudicaba la primera victoria en estas Barclays Finals de Londres en una hora y 25 minutos de juego dejando unas muy buenas sensaciones.