No hubo batalla. El jugador fiera que se hartó de ser un perdedor por naturaleza y apretó los dientes para revolucionar el circuito, se ha mostrado tierno y manso. Stan Wawrinka volvió a someterse a la ley del todopoderoso Roger Federer, postrándose a sus pies sin apenas mostrar resistencia.

Fue un placebo el encuentro, con un Wawrinka hastiado desde el inicio, con poca chispa en sus golpes, y un Roger al que no le hacía falta destapar el tarro de las esencias para vencer. Partido cómodo para el maestro, que se cita sin apenas desgaste en la final que se vaticinaba a inicios de torneo.

Concentración y saber estar como receta

El helvético salió algo frío a la pista y entregó su servicio. Un inicio similar al que protagonizara ante Tomas Berdych, pero también fue equiparable la reacción tan brillante como rápida del suizo. 

Federer aprovechó la precipitación constante de un Wawrinka que pareció acusar mucho el esfuerzo realizado ante Murray hace tan solo un día. Falto de chispa, de ganas, sin la motivación necesaria para afrontar un partido de esta magnitud. Federer apretó la máquina en el octavo juego, rompiendo el serbio de Stan. 

Se desató una ola de jugadas acertadas y vistosas del de Basilea, que culminó con otra rotura de saque en el duodécimo juego. Wawrinka no lograba encontrar el juego variado y desbordante que aplica cuando está concentrado, y fue una caricatura en la segunda manga.

Incapacidad de Wawrinka por inquietar al resto

Superior de principio a fin Roger Federer, al que le bastó con jugar dentro de pista y subir a la red con alegría. Sublime en la red y en jugadas de toque, Roger puso la directa, y en ningún momento se vio intimidado por un Wawrinka muy displicente al resto. Punto y final a la temporada del de Lausana, con una capacidad innata para alternar luces y sombras.

La final promete y mucho. Federer parece capaz de volver a derrotar a un Djokovic cuyo juego en semifinales no ha sido especialmente atractivo. Segundo duelo en lo que va de semana entre ambos, y la expectación por las nubes.