Nunca es tarde si la dicha es buena. Esto habrá de pensaar un jugador que trabaja como una hormiguita, sin parar ni un instantes y recolectando premios con paciencia y mucho, mucho esfuerzo. Un batallador nato que está saboreando las mieles del éxito a sus 25 años, y tiene ante sí un prometedor futuro si continúa jugando al nivel al que lo ha hecho este año.

A pesar de la decepción que supuso no poder plasmar sus buenos resultados en torneos Challenger en una participación de Grand Slam, el jugador donostiarra ha vivido una temporada sencillamente espectacular. Campeón en Marburg, Vicenza y Ostrava, Cervantes llegó con confianza a Sao Paulo tras su final en Montevideo, que le catapultó a lo que llevaba tanto tiempo buscando: el top-100.

Cuajando un torneo sencillamente perfecto, llegando invicto a la final y habiendo superado situaciones de máxima igualdad en varios partidos, Cervantes saltó a la pista repleto de confianza y mostró una capacidad de recuperación inaudita. Llegó a salvar varias bolas de partido antes de levantar los brazos como campeón. 

Igualdad absoluta durante todo el partido

Daniel Muñoz de la Nava es un jugador diésel, al que le cuesta coger el ritmo del partido. Cervantes lo sabía y por ello saltó a la pista a tuma abierta, con el objetivo de abrir brecha pronto y restar confianza al madrileño. Lo consiguió, cuajando un primer set en el que fue tremendamente superior.

Con un contundente 6-2, el jugador vasco puso tierra de por medio e hizo saltar las alarmas en un Muñoz de la Nava bastante estático. No tardó en reaccionar el veterano jugador de la meseta, que comenzó a dominar con su drive y a desplazar al donostiarra. Dio un paso atrás Cervantes, y aunque tuvo opciones de dar la vuelta al set, claudicó por 3-6 ante Daniel.

Cervantes salvó al resto tres bolas de partido de Muñoz de la Nava

El encuentro se fue a una apasionante tercera manga. El público brasileño vibraba con un espectáculo de toma y daca de gran nivel, con peloteos largos e intensos y muchas alternativas en el marcador. Daniel Muñoz de la Nava tuvo en su mano ganar el partido, sacando para ello y gozando de hasta tres bolas de partido. Cervantes se amarró a la pista y dio un vuelvo al marcador, llevando el set al tiebreak, donde la balanza se decantó en unos pocos puntos en los que Cervantes estuvo inconmensurable.

Premio espectacular para ambos jugadores, y especialmente para un Cervantes que apunta alto. No parece ser el puesto 98 que ocupa actualmente, el techo de este jugador, que a sus 25 años aún tiene mucho margen de mejora. Acaba el 2015 como rey del Challenger, y en 2016 es previsible que intente dar el salto a los torneos ATP. No será fácil pero en estos momentos, Cervantes se ve capaz de todo. Más tenis español con el que disfrutar.

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Sobre el autor
Diego Jiménez Rubio
Fui Coordinador General de Más Deportes y Viajes, y miembro del Consejo de Dirección de VAVEL España. Me encanta comunicar mi pasión por el turismo y el deporte, y hacerlo con responsabilidad y profesionalidad.