El tenis es un deporte muy cruel, en el que apenas un par de puntos separan el éxito más rotundo del fracaso más desgarrador, y en el que se han de afrontar situaciones límite sin la compañía y el aliento de nadie. La soledad es aplastante, así como los nervios que inundan a los jugadores cuando comienzan a rondar fantasmas por su cabeza.

Nada de esto parecía que podía ocurrirle a uno de los jugadores revelación del 2015, el donostiarra Iñigo Cervantes. Sin embargo, un inicio titubeante en torneos ATP está mermando su confianza y haciendo que se replantee su propio idoneidad para ocupar un puesto entre los 100 mejores del mundo. Se lo ganó a pulso en el tramo final de la pasada temporada, pero lo difícil no es llegar sino mantenerse.

El saque no puede evitar la derrota

La friolera de 20 servicios directos llegó a conectar Cervantes a lo largo del partido, perdiendo tan solo cuatro puntos jugados con su primer saque. Resulta inentendible que haya podido perder este partido con esas estadísticas, pero es preciso analizar su porcentaje de primero servicios: 48%. 

Y es que Kukushkin es un jugador efervescente, que se lanza al ataque en cuanto huele la sangre, y el bajo porcentaje de primeros saques con los que jugó Cervantes así como su efectivos con primeros, hizo que el kazajo se fuera a por todas cuando el español jugaba con segundo servicio. En la primera manga, Kukushkin no tuvo opciones al resto, y acabó entregando su servicio tras la insistencia del español.

Igualdad máxima en el segundo y tercer parcial

Fue en la segunda manga cuando el tenis sólido y sin fisuras de Cervantes comenzó a flaquear. Estuvo tremendamente igualado el set, con tres opciones de break para cada uno. Sin embargo, el español jugó algo inseguro estas situaciones límite y acabó entregando su saque, en lo que a la postre sería el break definitivo.

Con empate a un set en el marcador, se desató un duelo de tú a tú, con alternativas constantes en el marcador y un gran espectáculo. El nivel de ambos era excelso y se ponía de manifiesto su gran motivación por ganar este partido. Terminó llevándose el gato al agua el jugador kazajo, en un tiebreak muy equilibrado en el que Cervantes llegó a tener bolas de partido.

Derrota dura para el español, que sigue buscando con ahínco ser de la partida en algún cuadro final de torneo ATP. Llegará al Abierto de Australia sin necesidad de jugar la fase previa, pero sería más que recomendable hacerlo con alguna victoria importante en el zurrón.