No se bien cómo definir lo ocurrido en el encuentro entre Tomic y Gasbashvili en los cuartos de final del ATP 250 de Sidney. Por respeto al ruso, que hizo un partidazo, voy a empezar analizando el partido hasta el momento en el que el australiano decidió que ya estaba bien por hoy.

El choque se jugaba hoy con un día de retraso debido a la permanente lluvia que cayó en Sidney.

Comienzo soñado.

Teymuraz comenzó rompiendo el saque de su rival, en blanco. A continuación dio continuidad a dicho quiebre haciéndose con su servicio. Inicio arrollador.

El ruso, que se encontraba como pez en el agua en la Ken Rosewall Arena, no bajaba el nivel en ningún momento, no concedió ningún punto de break y con 5/3 a su favor volvió a quebrar el saque del joven australiano, para llevarse la primera manga por 6/3.

Grandes números se marcó el jugador que reside en Moscú en los primeros 36 minutos: 9/11 puntos ganados con el primer servicio y 19 winners, entre otros.

En su segundo torneo oficial del año, Gabashvili ofreció este gran nivel también en las rondas anteriores. Para acceder a cuartos de final, tuvo que derrotar a dos argentinos, Mayer y Delbonis, 35 y 52 del mundo, respectivamente. No cedió ni un set.

Todo seguió igual en los 16 minutos de segundo set.

El segundo parcial comenzó igual, el diestro jugador de 30 años seguía como una apisonadora. Ganó el primer juego, al servicio. También el segundo juego, al resto. Tomic se iba quedando sin batería y, ni el jugar en su país con su público, le hacía enchufarse el cargador. El número 50 del ránking ATP abría una importante brecha y se colocaba 3/0. Aquí acabó todo y empezó un partido nuevo en las redes sociales.

El 'show' de Bernard Tomic

El jugador local, Tomic, tenía la intención de luchar en Sidney, donde partía como primer favorito para alzarse con el título. Pero, dos partidos el mismo día en vísperas del Grand Slam de su país no le han debido de apetecer.

El australiano se enteró en mitad del partido del cuadro que le había tocado en el primer Grand Slam del año tras el sorteo del Open de Australia y, misteriosamente, dejó de ganar juegos.

En uno de los intercambios, el propio Lahyani, que estaba viendo lo mismo que veíamos todos, intentó convencer a Bernard de que siguiese jugando y se esforzara para ganar el partido. Sin embargo, la respuesta del jugador le dejó atónito. Normal. "Me ha salido un buen cuadro en Australia. Yo tengo mis miras en Melbourne, no en esto", le decía el número 23 del mundo entre risas al juez árbitro. Finalmente, el australiano decidió que Sydney ni sus espectadores allí presentes no era necesarios y abandonó con 0-3 en contra en la segunda manda.

Actitud cobarde con el objetivo de convertirse en temido en Melbourne.

Por supuesto, llegará con la batería cargada.

Se inagura el 'head to head' entre ambos

Estos dos jugadores no se habían visto las caras nunca de manera oficial en una cancha de tenis. Teymuraz Gabashvili, nueva pareja de dobles de Albert Ramo