Partiendo como la tercera cabeza de serie del torneo, Garbiñe Muguruza conseguía debutar en el Open de Australia imponiéndose con comodidad a la estonia Annet Kontaveit, para días después derrotar por la vía rápida a la belga Kirsten Flikpens, accediendo a la tercera ronda del torneo australiano, donde la esperaba la checa Barbora Strycova, quien empezó su andadura en Melbourne deshaciéndose de la francesa Caroline García, y tras eso hacía lo propio con la estadounidense Vania King, cruzándose con la tenista hispano-venezolana en una dura batalla física y mental para ambas tenistas.

Strycova comienza pisando fuerte

Dispuso de sus primeras bolas de rotura Muguruza durante el primer juego del encuentro, pero la hispano-venezolana no conseguía convertirlas en un quiebre, algo que a la postre sí que haría Strycova, quien después de sumar su primer juego al marcador con su servicio disponía de dos bolas de rotura al resto, las cuales le servían para irse cómodamente hasta el 0-2, aunque las cosas pronto se torcerían para la checa, dado que Muguruza luchaba contra viento y marea para obtener el contrabreak que le daba la oportunidad de acercarse en el marcador, colocándose con 1-2 abajo, disponiendo de su saque para igualar la contienda a dos juegos, algo que ni mucho menos sería fácil, dada la intensidad que imprimía Barbora al juego y al final lograba su recompensa, un nuevo break para irse hasta el 1-3, provocando el grito de rabia de una Garbiñe que no encontraba la forma de hacer daño a su rival.

Tanto Muguruza como Strycova consiguieron sacar sus juegos adelante hasta llegar al 3-5, momento en el que la tenista checa disponía de su saque para cerrar la primera manga, obteniendo rápidamente dos bolas de set, y después de no aprovechar la primera, Barbora cerraba el primer set con su segunda opción por 3-6, después de tan solo 38 minutos de partido, poniendo así contra las cuerdas a la tenista hispano-venezolana, obligada a remontar para poder entrar en la segunda semana del torneo australiano.

Garbiñe Muguruza no consigue contrarrestar el poderío de Strycova y termina despidiéndose del Open de Australia

Nada cambiaba en Melbourne tras un pequeño descanso, y es que con el saque de Muguruza el primer juego se convertía en una auténtica pesadilla para la cabeza de serie número tres del torneo, que permitía una bola de break a Strycova, la cual no dudaba en aprovechar para colocarse con 0-1 en el marcador. Garbiñe tenía en su poder las primeras bolas de rotura de la segunda manga para igualar la contienda, pero los nervios le jugaban una mala pasada a la hispano-venezolana, que veía como su rival se iba hasta el 0-2, algo que le ponía las cosas muy complicadas a Muguruza, que buscaba remontar el choque.

Sin ideas ni aparente fuerza física se mostraba Muguruza sobre la pista del Open de Australia, dado que Strycova jugaba a placer sin oposición alguna de la tenista hispano-venezolana. Con 2-4 en el marcador, la checa apretaba al resto, logrando disponer de una bola de rotura que le permitía irse fácilmente hasta el 2-5, teniendo la oportunidad de cerrar el partido con su servicio. Fallo tras fallo Garbiñe poco a poco se iba alejando del primer Grand Slam del año, hasta que pronto aparecieron las primeras bolas de partido para una Barbora Strycova que no dudó en aprovecharlas para cerrar el segundo parcial por 6-2, y por ende accedía a la segunda semana del torneo australiano por 6-3 y 6-2 después de tan solo 76 minutos, o lo que es lo mismo una hora y dieciséis minutos de partido.