El jugador serbio ganó un partido para olvidar, en el que le salió nada o muy poco y tuvo que sacar todo y tirar de épica para poder ganar el partido. El partido no se preveía así. Simon es un rival duro, y cuando se encuentra bien es difícil desbordarle desde el fondo, siendo todo un muro, pero lo que habíamos visto anteriorme de uno y otro no nos hacía pensar que sería un partido tan parejo.

El partido empezó parejo sacando cada uno sus servicios. Para sorpresa, el francés sería el primero que tuviera posibilidades de romper el servicio. Tuvo cuatro en el séptimo juego, pero Novak supo levantarlas. Simon no había impactado todavía ni un solo winner, y si unos cuantos errores no forzados, pero su lucha en todos los puntos estaba provocando los fallos del serbio. Al siguiente juego la historia cambió, al menos en este set, Djokovic decidió jugar al juego de Simon y alargar los puntos y ver quien era el que fallaba. Y la táctica funcionó, Gillou empezó a fallar más de la cuenta y cedió un break para ponerse 5-3. En el siguiente juego, sacando Novak para cerrar, aún tuvo dos bolas de rotura en contra, pero supo cerrar el servicio y el set. 

Parecía que todo iba a continuar así y aunque con problemas, Novak conseguiría cerrar el set en tres corridos, pero se le avecinaba una batalla que no esperaba. En el primer juego tuvo tres bolas consecutivas de rotura, pero Simon supo sacar el juego siendo valiente. Con 4-4 el serbio volvió a intentar como fuera la rotura, pero fue imposible, una y otra vez el francés conseguía levantar las bolas de break, con buenos puntos suyos o errores de su rival. Con 5-5, tuvo otras dos pero tampoco las aprovechó. Once bolas desaprovechó en ese set, algo ináudito del número uno actual. La rotura parecía que llegaría más tarde o más temprano, pero Simon supo aguantar los ataques de su rival y sumado a los erroes y desconexiones que sufría, llegó el tie-break. Djokovic, totalmente desesperado para entonces, cometió un cúmulo de errores que sumado a los puntos acertados de Simon provocaron un parcial de 5-0, y finalizó el desempate por un 7-1. Djokovic había caído en la trampa.

Sus golpes no hacían tanto daño como ultimamente, faltos de velocidad y de angulación, y cometía errores como las dejadas con el revés a la red que parecían hace mucho tiempo olvidadas. Simon había convertido a Novak a una versión suya de hace seis o siete años. El tercer comenzó con una rotura del serbio para ponerse 2-0, pero rapidamente Simon se la devolvería para ponerse 3-2 , ayudado por errores del serbio que volvía a las andadas. No fue hasta el 5-4 y después de desaprovechar varias bolas de break, cuando Novak consiguió  el break y el set tras un revés a la red de Gilles.

Djokovic seguía sin buenas sensaciones pero volvía a estar por delante, y se esperaba que cerrase esta vez con comodidad el partido. Nada más lejos de la realiad, Simon seguía agarrado a la pista, siguiendo el mismo plan y esperando su oportunidad, mientras Novak volvía a desquiciarse cometiendo muchos errores. 87 llevaba a al término de este set y llegaría a los 100 al final del partido. Con todo esto, en el noveno juego apareció la oportunidad que buscaba el galo para conseguir el break, ganar el set por 6-4 y empatar a dos sets el partido.

En el quinto y definitivo set Novak quiso dar un golpe sobre la pista como número uno que es, y a pesar de sus errores lo llegó a conseguir. Sus golpes eran más agresivos, intentó acortarlos lo máximo posible y Simon ya no llegaba a todas igual. Cuando en el cuarto juego el francés dominaba 40-15 con su servicio en el cuarto juego, cuatro puntos consecutivos de Nole le daban el quiebre. Eso animó a uno y hundió a otro, que provocó un nuevo break a favor del numéro uno. El francés, que tampoco es que hiciera el partido de su vida, cometió también un montón de errores, 68 por sólo 38 ganadores. Aún así cuando servía con 5-1 para terminar esta pesadilla, el número quince del mundo no quizo irse sin dar un último coletazo en forma de contrabreak del francés. Finalmente Djokovic hizo un juego impecable para que no le pudiera fasttidiar más Simon y cerró el partido por 6-3.

Djokovic sobrevivió a la trampa de Simon en un partido que no le salió nada, y que más que revisar para corregir errores debería olvidar. Veremos si sus sensaciones cambian o el cansancio del partido lo paga en su próximo partido ante Kei Nishikori.

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