Después de su partido ante Tsonga declaró en rueda de prensa que se sentía bien, no tenía ningún problema físico, y aunque estaba contento de acabar el partido de forma rápida, estaba preparado para jugar un partido de cuatro o cinco horas. "El no sirvió muy bien hoy, y eso me ayudó en el resto. Supe ser paciente y esperar la oportunidad y aprovecharla".

Le preguntaron que su nivel en la pista se estaba pareciendo al del US Open 2013, y si esperaba repetir la hazaña de vencer a Djokovic después de confesar que lo había visto un par de veces: "Si, eso espero. El es uno de los mejores jugadores ahora mismo, y este año está jugando otra vez muy bien. Pero hoy he hecho uno de mis mejores partidos de esta semana y espero poder derrotarle".

Sobre su rival decía "es un jugador que no te regala puntos, además está sirviendo bien. Siempre es un rival muy duro". 

Veremos si nos espera otro duelo espectacular como el que vimos hace año y medio en la central de Nueva York. Y es que el japonés pretenderá dejar atrás las malas sensaciones que experimentó en su último duelo contra Djokovic. Fue en las ATP Finals de Londres, donde el serbio le pasó por encima. 

Nishikori viene de tapado, pocos hablan de él y ha llegado a cuartos de final sin estridencias. Juego sólido y sin fisuras el desplegado por el japonés. Logró equilibrar ya su mejor resultado en Melbourne, que se había producido 2012 y 2015. Contra Novak no tiene nada que perder y mucho que ganar. Habrá de dar un salto cualitativo en su tenis si el nipón quiere ser competitivo, y esperar que Djokovic vuelva a jugar tan mal como lo hizo ante Gilles Simon en octavos de final.