No hace falta apuntarse a una academia para aprender tenis. Roger Federer está dando un curso acelerado durante las dos semanas del Abierto de Australia; con las cámaras actuales, se puede apreciar aún más la perfección con que el helvético se desplaza por la pista y golpea a la bola. Quien no haya visto nunca un partido de tenis y vislumbra un partido de Federer, habrá de considerarle un artista.

Y lo es. Roger Federer sigue asombrando a propios y extraños con su progresiva adaptación a sí mismo. Siempre mirando hacia delante, buscando jugar dentro de pista y hallando golpes ganadores con relativa facilidad. Berdych fue la víctima en lo que puede supone la antesala del duelo más apasionante del tenis mundial actualmente.

Primer set decisivo en el devenir del partido

Está un paso por debajo. Él lo sabe, sus rivales lo saben y los amantes de este deporte lo sabemos. Eso no es óbice para que el checo siga intentándolo con todas sus fuerzas, buscando un salto cualitativo que nunca se produce, ni para adelante para atrás. Berdych no pierde con los que son peores que él pero tampoco gana contra los que son mejores.

Federer se mostró inconmensurable en el tiebreak del primer setEl checo puso todo su potencial en una primera manga apasionante, en la que hubo alternativas en el marcador y un break para cada uno. Roger no acababa de encontrar la red con facilidad debido a la buena movilidad de Tomas, que logró llevar el set al tiebreak. Allí, los detalles definieron el encuentro y en ese territorio, Federer es eternamente superior a un Berdych algo timorato en momentos cumbre.

Tras esa decepción para el checo, el encuentro fue muy distinto. Federer se desató e hizo las delicias del público que copaba las gradas de la Rod Laver Arena. Con un juego tan preciosista como efectivo, Federer se imponía 6-2 6-4, habiendo cedido su saque en tan solo una ocasión más.

Ya está en semifinales el helvético, la ronda en la que tenía puesta sus miradas desde que se produjo el sorteo del cuadro. Puede ser Novak Djokovic su rival, si el serbio hace valer los pronósticos y se impone a Kei Nishikori. En tal caso, el duelo está servido y Federer necesitará su mejor tenis para dar la campanada y situarse en posición de ganar su decimoctavo Grand Slam. El gran objetivo está más cerca.