El trabajo duro tiene su recompensa, y las ganas por seguir progresando cada día se erigen en un instrumento de crecimiento profesional y personal. Johanna Konta es valiente y sabe lo que quiere; es por ello por lo que a inicios de 2014 decidió salir de la órbita de la Federación Inglesa, para contratar los servicios de Esteban Carril y su equipo, que le han dotado de un valor añadido.

Con gran capacidad para imprimir todo tipo de efectos a la bola, un buen saque y un juego fresco y alegre, Konta agrada al espectador, completando su tenis con una actitud siempre combativa. La confianza adquirida en el tramo final del 2015 con victorias sobre Muguruza, Petkovic o Halep, entre otras, le han dotado del aplomo suficiente como para plantarse en unas semifinales de Grand Slam.

Zhang fue una marioneta en manos de Konta

Su último escollo para llegar a semifinales se antojaba una de las rivales más sencillas a las que se podía enfrentar. Ha hecho un magnífico torneo la china, pero se vieron sus dudas en el partido ante Keys, en el que sufrió mucho para ganar a la estadounidense lesionada desde la segunda manga.

La china solo se mostró competitiva durante el primer set

No está acostumbrada a estos escenarios la china, y le vino grandes el ambiente y la rival. Konta apretó los dientes en la primera manga, en la que Zhang dio el máximo de su tenis.  Estuvo tremendamente igualado este primer set, con tres bolas de break para cada jugadora. Konta tuvo más sangre fría y estuvo más inspirada en momentos cumbre, logrando dos breaks por tan solo uno de la china.

El partido se terminó ahí. Zhang se vino abajo física y mentalmente, acusando el esfuerzo baldío hecho en la primera manga. Estuvo muy frágil al servicio; de hecho, el único juego que ganó lo hizo al resto, poniendo en bandeja el partido a una Konta inspirada al resto. Dinámica, intensa y muy concentrada, la británica certificó su victoria y se presenta en semifinales de Melbourne en su primera comparecencia en el Abierto de Australia. No parece flor de un día lo de Konta.