Solidez, templanza, ilusión y mucho talento. Son cuatro de los conceptos que tienen en común estas dos jugadores que están sorprendiendo a propios y extraños. Pocos podían apostar por ver esta semifinal, pero tras la caída de Muguruza y Halep por este lado de cuadro, todo se abrió mucho.
Kerber hizo valer su condición de cabeza de serie y logró una valiosísima victoria frente a la que ya mucho situaban como ganadora del torneo: Azarenka. Por su parte, Konta consolidó los destellos que venía dando desde finales del pasado año. Dos guerreras de las pistas que tienen en la polivalencia su mejor arma, y en la ambición el motor que les puede catapultar al que sería el mejor resultado de su carrera deportiva.
Kerber, transición de gran jugadora a superestrella
La alemana de 28 años parece encontrarse en el momento de madurez de su carrera deportiva. Tras años dejándose ver en las rondas finales de grandes torneos, y una vez habiéndose consolidado en el top-10, la nacida en Polonia está en condiciones de dar un salto cualitativo.
En 2015 hizo un gran tenis, pero no pudo reflejarlo en los Grand Slam, donde Garbiñe Muguruza se erigió en su azote tanto en Roland Garros como en Wimbledon. Tras hacer una pretemporada muy exigente en lo físico y lamiéndose las heridas del pasado año, la teutona comenzó por todo lo alto al ser finalista en Brisbane, donde perdió contra Azarenka.
La venganza es un plato que se sirve en plato frío, y Kerber echó un jarro de agua helada sobre la bielorrusa en los cuartos de final del Abierto de Australia. Azarenka se postulaba como gran favorita para adjudicarse el título, pero la alemana estuvo imperial al contraataque, e inexpugnable a nivel mental. Levantó un 5-2 40-15 en contra en el segundo set, para cerrar el encuentro con buenas sensaciones.
Unas buenas sensaciones que ya venían fraguándose desde las anteriores rondas. Fue de menos a más, ya que tras sufrir mucho contra Misaki Doi, frente a Dulgheru, Brengle y Beck no tuvo apenas problemas. Estas semifinales constituyen el mejor resultado de Kerber en un Grand Slam, igualando lo que hiciera en Wimbledon 2012 y US Open 2011.
Konta, la "asturbritánica" de presente y futuro
Su nombre saltó a la palestra en el torneo de Birmingham del pasado año. Una jovencita desconocida derrotó a Garbiñe, sacando a la española de quicio y haciendo que llegara a exclamar: "¿de dónde ha salido esta tía?" Muguruza veía venir lo que se avecinaba. Y es que Konta no ha parado de crecer, auspiciada en su entrenador Esteban Carril, con quien entrena una parte del año en Roehampton y otra en Gijón.
Nacida en Sidney, con pasaporte húngaro y británico y afincada en España
Tuvo la valentía de salir de su zona de confort, y completar su gran juego de saque y volea, con una solidez de fondo de pista pocas veces vista en jugadoras británicas y con tantas posibilidades de ataque como ella. El resultado es una jugadora versátil y sin agujeros, que ha sabido aprovechar las sorpresas en su parte del cuadro, para firmar unas semifinales en su primera comparecencia en Melbourne.
Withoeft, Zheng y Allertova fueron sus primeras víctimas, antes de medirse a Ekaterina Makarova. La rusa, una jugadora con experiencia en partidos importantes, venía de eliminar a Pliskova, pero acabó sucumbiendo a la solidez de Johanna. En cuartos de final, abusó de una Zheng fuera de lugar, tras haberse aprovechado de la lesión de Madison Keys.
La alemana parte como favorita
Kerber cuenta con mucha más experiencia en partidos importantes, lo cual puede ser un diferencial. Esto puede ser un arma de doble filo, ya que podría sentir la presión que supone ser la gran favorita. Los nervios de Kerber se manifiestan al servicio, por lo que Konta habrá de tener un gran día al resto si quiere optar a la victoria.
Será el primer enfrentamiento entre ambas
La velocidad de bola de Kerber es mayor, pero habrá de dar un paso adelante y atacar más de lo habitual. Konta es una jugadora que no juega pasiva, pero tampoco busca el ganador a las primeras de cambio, lo que puede generar situaciones de desconcierto en Kerber.
Está asegurado el espectáculo, en un partido que promete emociones fuertes y largos peloteos. Está por ver si Konta no se deja intimidar por el escenario y logra rendir al nivel al que lo está haciendo. Si es así, toca disfrutar del tenis.