Se complementan a la perfección. Una extraña pareja llamada a grandes cotas de éxito. Siempre hay sorpresas en Melbourne, y Jamie Murray y Bruno Soares parecen en condiciones de encarnarla en este 2016. Si en 2015 eran Fognini y Bolelli los que hacían saltar la banca, un británico y un brasileño parece que pueden aprovecharse de las derrotas de los máximos favoritos para hacerse con el que sería el primer Grand Slam para ambos.

Después de que el británico viviera la mejor temporada de toda su carrera deportiva junto a John Peers, ganando dos títulos y haciéndose con la Copa Davis haciendo pareja con su hermano Andy, el bueno de Jamie buscó nuevas motivaciones. Bruno Soares se cruzó en su camino, y en el primer torneo juntos ganaron el torneo de Sidney.

Repletos de confianza llegaron a Melbourne, y pueden marcharse con la misma y con un título bajo el brazo. Mannarino y Pouille fueron marionetas en manos de la Bruno y Jamie, al no poder ni siquiera inquietar su tenis. Salieron a tumba abierta el brasileño y el británico, con Soares dominando de fondo de pista y Murray muy travieso en la red.

Los franceses solo tuvieron dos bolas de break en todo el partidoGanaron el 81% de puntos jugados con primer saque, reduciendo al máximo las opciones de los franceses, que no vieron huecos en ningún momento. Tuvieron dos bolas de break que no supieron aprovechar, y Soares y Murray liquidaron el set con un zarpazo.

La segunda manga fue un auténtico recital de Soares y Murray, que se divirtieron sobre la pista e hicieron las delicias del público con una cohesión pocas veces vista. 6-1 para terminar y billete a la final, donde se verán las caras con dos veteranos como Stepanek y Nestor. Se augura un gran espectáculo.