El duelo más esperado. Dos de las mayores leyendas de la historia del tenis. El escenario, la Rod Laver Arena, una de las pistas más importante del mundo, que además presentaba un ambiente espectacular. El partido de semifinales del Open de Australia 2016 que enfrentaba a Novak Djokovic y Roger Federer reunía todos los condicionantes para ser uno de los partidos del año. El actual dominador del circuito se medía a uno de los pocos que han podido hacerle frente en los dos últimos años, y ambos llegaban a este penúltimo partido del primer Grand Slam de la temporada a un nivel similar, lo que hacía presagiar un encuentro tan igualado como sus cara a cara disputados hasta el momento, pues los dos jugadores se habían enfrentrado en 44 ocasiones, con 22 victorias para cada uno.

Exhibición extraterrestre

Sin embargo, el tenista serbio comenzó el encuentro de manera intratable, practicando un tenis estratosférico y convirtiéndose en un vendaval ante el que nada pudo hacer el jugador suizo. El primer juego, ganado en blanco por 'Nole' con un excelente servicio, un 'ace' y un 'passing' de revés fue el más claro ejemplo del nivel del balcánico en este inicio de partido. La velocidad y la profundidad de los golpes, sumados a la solidez desde el fondo de la pista fueron un obstáculo insuperable para Federer, que cedió su primer juego al saque y se vio con un 3-0 en contra después de que Djokovic consolidase el 'break', consiguiendo 14 de los 16 puntos que se habían jugado hasta el momento en el partido.

El serbio tardó 22 minutos en cerrar el primer 'set'

El tenista de Basilea reaccionó para llevarse su primer juego del partido gracias a buenos servicios, pero la diferencia entre ambos jugadores era demasiado grande, pues el serbio estaba realizando un tenis impecable. Novak Djokovic siguió sumando juegos con su servicio y, con ello, minando la moral de un Roger Federer que comenzó a mostrarse impotente sobre la pista, cometiendo numerosos errores no forzados que terminaron provocando el segundo 'break' a favor del número uno del mundo, que establecía un contundente 5-1 en el marcador.

El tenista de Belgrado no dejó pasar la oportunidad de cerrar el primer set con su servicio y, en apenas 22 minutos de partido, consiguió apuntarse la primera manga por 6-1, aprovechando los 12 errores no forzados cometidos por el jugador helvético, y consiguiendo por primera vez este marcador en el primer parcial ante Federer.

Parecía imposible encontrar una palabra para calificar el nivel tenístico de 'Nole', que estaba arrollando a todo un Roger Federer. También era imposible mantener ese juego durante el segundo set, pero el balcánico demostró por qué domina con tanta autoridad el circuito y continuó practicando un tenis intratable. El suizo se apuntó el primer juego de la segunda manga conectando varios golpes ganadores, pero sólo fue un oasis en el desierto gobernado por el número uno del mundo, que rápidamente igualó el parcial y consiguió romper el saque del helvético en blanco, encarrillando el 'set' tras consolidar el 'break' en el juego siguiente.

Federer se mostró impotente ante el juego inabordable de su rival

Pero Djokovic no se conformó con esta ventaja, y con 3-1 a su favor, volvió a romper el servicio de su rival gracias a sus golpes ganadores y a los errores no forzados de Federer, un 'break' que consolidó sin demasiados problemas para, por segundo parcial consecutivo, establecer un 5-1 en el marcador y dar la sensación de solventar el partido por la vía rápida. El tenista helvético se mantuvo en el parcial tras salvar dos bolas de 'set' gracias a su servicio, pero el 'martillo pilón' del serbio estableció el 6-2 en el marcador en apenas 54 minutos de encuentro.

Orgullo de campeón

Con todo perdido, Roger Federer se liberó de cualquier tipo de tensión y comenzó a sentir la bola y conectar mejores golpes, mostrando también una mayor velocidad de piernas. Esta mejora del tenista de Basilea provocó que el partido se equilibrara, provocando que cada jugador mantuviese su servicio sin demasiadas dificultades. Mediado el segundo set, y más concretamente en el quinto juego de la manga, el guión del partido pareció cambiar radicalmente, mostrando la mejor versión del suizo.

El suizo aumentó la velocidad en sus piernas y mejoró con su servicio

Federer salvó una bola de 'break' y realizó sus dos mejores juegos del partido, consiguiendo por primera vez romper el servicio de su rival y estableciendo un 4-2 en el marcador que desató la locura en las gradas de la Rod Laver Arena, ansiosas de disfrutar durante mucho más tiempo del espectáculo que estaban ofreciendo ambos tenistas. El número tres del mundo consolidó la rotura realizando sus mejores servicios del encuentro, y todo parecía encaminarse hacia el cuarto set. Djokovic opuso resistencia con su saque y obligó al helvético a ganar el juego con su servicio. Tras desaprovechar dos bolas de 'set', el de Basilea aprovechó la tercera para conseguir imponerse en el parcial por 3-6.

Solidez que vale una final

La balanza se había equilibrado y el cuarto set serviría para comprobar la solidez mental de ambos jugadores, el aspecto más importante en el tenis. Roger Federer comenzó ganando los dos primeros puntos del parcial (0-30), pero no fue capaz de aprovechar las dudas con el servicio de Novak Djokovic y cometió cuatro errores no forzados que dieron el primer juego al jugador serbio. El suizo contestó con dos 'aces' y sabiendo contrarrestar la profundidad en los golpes del balcánico, que había vuelto al nivel de las dos primeras mangas.

Djokovic no pierde en Grand Slam desde la final de Roland Garros 2015

Ambos jugadores lograron mantener su servicio sin demasiadas dificultades, practicando un juego basado en el servicio y la derecha, sucedidos en medio de un clima de calma tensa que tarde o temprano acabaría rompiéndose. Y ese momento llegó con 4-3 a favor de Djokovic. El serbio completó un juego excelente al resto y con un versión similar a la de los primeros minutos de partido, rompió el servicio de su rival para colocar el 5-3 en el electrónico. El número uno del mundo no desaprovechó la oportunidad y cerró el partido consiguiendo el juego en blanco (6-3), logrando además el pase a la final del Open de Australia por sexta vez en su carrera, y donde se enfrentará al vencedor del duelo entre el escocés Andy Murray y el canadiense Milos Raonic.

Fotos: zimbio.com

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