Estilos contrapuestos para un mismo objetivo, aunque con perspectivas muy diferentes. No es nada sencillo derrotar a Serena en una final de Grand Slam. Tan solo ha ocurrido en tres ocasiones, y quedan ya muy lejanas. Kerber intentará hacer saltar la banca imponiéndose a una jugadora llamada a seguir haciendo historia. La teutona nunca había llegado tan lejos en un torneo de estas magnitudes, y se encuentra en el momento cumbre de su carrera deportiva.

Habrá de luchar contra los nervios además de contra el tenis inabarcable de Serena. Cuando la menor de las Williams juega a su nivel no hay nadie que pueda vencerla, y por ahora lo está haciendo. Su repaso a Radwanska en semifinales no constituye una buena noticia para la alemana, pero Angelique es una batalladora nata y tiene argumentos tenísticos para poner en aprietos a cualquiera.

Serena, la historia continúa

Si algo le faltó a la menor de las Williams en el último Grand Slam disputado, fue serenidad. Manojo de nervios absoluto fue la estadounidense al verse con la capacidad de lograr sus vigésimo segundo título de Grand Slam, igualando a Steffi Graff. Unos meses más tardes y tras muchas elucubraciones sobre su estado físico y anímico, la competidora nata de Florida ya está en disposición de seguir escribiendo anales para la historia de este deporte. 

Serena Williams en Melbourne. Foto: australianopen.com
Serena Williams en Melbourne. Foto: australianopen.com

Tras cuajar un torneo sencillamente perfecto, Serena tiene ante sí la oportunidad de sumar un nuevo título a su palmarés, que ni mucho menos cerraría un ciclo, sino que abriría uno nuevo. Y es que Williams está empeñada en ganar los cuatro Grand Slam en la misma temporada, y para ello no se puede permitir ningún fallo.

Sharapova y Radwanska fueron ninguneadas por el increíble nivel de Serena

No ha dejado escapar ni un solo set en todo el torneo, y solo se la vio en algún apuro en primera ronda, contra una voluntariosa Camila Giorgi. Yendo claramente de menos a más, y dejando en el olvido sus problemas en el tendón rotuliano, la estadounidense ha vuelto a asombrar a propios y extraños con su tenis indomable.

Tiene ante sí una oportunidad única, y Serena no suele desaprovecharlas. Si está bien al servicio y no se pone ansiosa por buscar el golpe ganador tiene todas las de ganar. Habrá de estar muy bien mentalmente para no desesperarse ante el tenis sólido y sin fisuras de la alemana.

Kerber, premio a la constancia...pero quiere más

Años de trabajo, constancia y mucho esfuerzo, han desembocado en un premio más que merecido. Kerber es una de esas jugadoras que estructura su juego a base de un físico encomiable y una capacidad inaudita para jugar profundo y recuperar bolas imposibles. Con un tren inferior difícilmente comparable al de cualquier otra jugadora, la teutona ostenta un talento impresionante para jugar al contraataque.

Angelique Kerber en Melbourne. Foto: australianopen.com
Angelique Kerber en Melbourne. Foto: australianopen.com

No comete errores forzados con recurrencia, y es capaz de desesperar a sus rivales, que no ven huecos en su tenis. El saque es su gran asignatura pendiente, ya que a pesar de que el efecto de zurda le confiere cierta ventaja, acusa mucho los nervios con ese golpe y suele cometer muchas dobles faltas.

Sufrió mucho en primera ronda ante Misaki Doi, pero asombró al imponerse a Azarenka

Su victoria contra Azarenka le dio mucho empaque y confianza, así como su capacidad para desbordar a una Strycova que llegaba lanzada tras haber ganado a Garbiñe Muguruza. La teutona aprovechó a la perfección los pinchazos de la española y de Halep, para imponer su ley. Tan solo perdió un set, y fue en primera ronda. Una vez carburó, ya ha sido imparable.

Su mejor resultado en Australia habían sido los octavos de final, por lo que todo lo que está viviendo es absolutamente desconocido para ella. Es la primera final de Grand Slam en su carrera, y habrá de canalizar muy bien la presión para estar concentrada plenamente. Requerirá su mejor tenis para tener alguna opción ante Serena, y confiar en que ésta no tenga su mejor día.

La estadounidense domina el cara a cara

Se han visto las caras en seis ocasiones, con cinco victorias en favor de Serena. Tan solo uno de esos partidos, fue en Grand Slam. Se produjo en el US Open 2007, donde Williams se impuso por 6-3 7-5. Igualaría el head to head la alemana ya cinco años después, ganando en Miami, y a partir de ahí, todo fue un desierto para ello.

Williams ha ganado los últimos cuatro duelos sin ceder ni un set

Kerber no ha sido capaz de ganar un solo set en los últimos cuatro partidos que les han medido entre sí. Solo tuvo alguna opción en la final de Stanford de 2014, donde obligó a la estadounidense a jugar un tiebreak.

Esto pone a las claras la manifiesta superioridad de Serena, que tendrá a Kerber totalmente a su merced. Por muy concentrada que esté y muy rápido que corra, si Serena es capaz de dominar y está acertada, pocas opciones tendrá la buena de Angelique.