Una ecatombe de dimensiones bíblicas tenía que producirse hoy en Melbourne para que Serena Williams no se proclamase como ganadora en el primer Gran Slam del año. La número 1 del mundo, no había cedido una manga en el torneo y era la gran favorita. Luchaba por defender su corona en las pistas del Melbourne Park y ampliar su palmarés en los ''grandes'' hasta los 22 entorchados, los mismos de Steffi Graf. Kerber, compatriota de Steffi, lo ha evitado con todo merecimiento.
“Sabía que la había derrotado una vez en Cincinnati, que debía salir ahí e intentar batirla de nuevo porque ella no me daría la victoria en la mano. Fue un gran partido de ambas. Es un momento muy especial para mí” comentó la germana en la posterior rueda de prensa. Estaba exultante. Normal.
Lejos queda ya la pelota de partido en contra que tuvo que levantar Kerber en la primera ronda con la japonesa Misaki Doi. Hoy, es campeona del Open de Australia. La magia del tenis. “He tenido dos semanas de locura. Con la primera ronda, donde enfrenté una bola de partido en contra y luego con la victoria sobre Azarenka en los cuartos, a la que nunca había ganado. Y ahora jugar ante Serena, lo que era todo un honor en una final de Grand Slam. En mi primera final de Grand Slam. Es algo que estás esperando con muchas ganas. Fue realmente emocionante” confesó Angelique. Na Li había sido la última en coronarse en Australia y en cualquier otro 'Grand Slam' tras estar a un punto de la eliminación. Fue en el Abierto australiano de 2014.
Toda la presión era para la favorita, Serena, y todo el público era alemán por un día. La grada de la Rod Laver Arena no disimuló en ningún instante que iba con la más débil. Gracias a esto, en parte, se ha convertido en la primera alemana que ganaba el trofeo desde Steffi Graf en 1994. Habló sobre la actualidad del tenis teutón: ''El tenis alemán está creciendo. Tenemos muchos buenos jugadores. Han demostrado aquí que pueden derrotar a grandes jugadores. Friedsam ante Radwanska tuvo sus opciones. Beck contra mí hizo un buen partido también.”
Ahora, se le aparece en el horizonte una segunda 'vida' tenística a la jugadora que reside en Puszczykowo (Polonia). También habló sobre esto: “Puede que sea el comienzo de una segunda carrera para mí. Creo que fue algún día aquí cuando hice ‘click’ como me pasó en Nueva York hace algunos años cuando alcancé las semifinales por primera vez. No venía jugando bien en los grandes torneos. Este es el primer gran torneo del año, y lo he ganado, mi primer Grand Slam. Suena a locura, pero puedo decir que soy una campeona de Grand Slam.”
Preguntada por sus ambiciones tras este éxito, Kerber ha respondido: “Ganar alguno más, supongo. Ahora realmente no estoy pensando en eso. Intento disfrutar cada momento, lo que acaba de pasar, recoger toda la experiencia. Mi teléfono está explotando ahora mismo. No sé ni cuántos mensajes tengo. No estoy ahora pensando en los siguientes torneos ni desafíos.”
Kerber se convierte en la cuarta jugadora que derrota a Serena Williams en la final de un 'major' y pasa a ser la número dos mundial tras esta victoria.
La campeona ha reconocido que le ha llegado un mensaje por parte de Steffi Graf, a la que le ha ayudado con su victoria, ya que Serena no podrá alcanzarla aún en el número de Grand Slams (22).