Cuando se está en una situación límite, solo queda ponerse el mono de trabajo, arrimar el hombro e intentar recuperar la confianza cuanto antes. Esto solo se consigue ganando partidos. Cada triunfo constituye un influjo de aire fresco para el maltrecho jugador, que puede afrontar con mayores garantías el siguiente duelo.

A Granollers le queda un largo camino por delante para volver a ser el jugador temible que ganaba títulos ATP, pero no tiene mucho tiempo. Los torneos Challenger no le dan alegrías, sino que ahondan aún más en su inseguridad al no saber canalizar bien la presión que le supone ser gran favorito. Es por ello por lo que una buena actuación en Memphis puede devolverle la moral, y alejarle del puesto 100 del ránking ATP.

Gran actitud ante un Jaziri bloqueado

Se está convirtiendo en una maldición lo del bueno de Malek con los jugadores españoles. Perdió ante Verdasco en Doha cuajando un gran encuentro y ante Robredo disputó un duelo espectacular en el Abierto de Australia, en el que llegó a estar a dos puntos de lograr la victoria. Se le acabó escapando, y a partir de ahí todo sin derrotas para el corpulento jugador magrebí.

Granollers supo gestionar bien la situación, y afrontó con ilusión el inicio de una nueva etapa. La etapa en la que debe hacer gala de una gran humildad y recuperar las sensaciones perdidas en los últimos meses. Marcel estuvo fantástico al resto, inquietando en todo momento a un desacertado Jaziri, y poniéndole en una presión que no soportó el tunecino.

Tan solo tuvo un ligero despiste Marcel en los compases iniciales del segundo set, pero tuvo la capacidad para recuperar y dar el zarpazo final. Certificó por la vía rápida su acceso a segunda ronda del torneo de Tenesse, donde tendrá un duro rival: Donald Young. Este jugador se crece ante su público y ostenta un gran potencial. Su condición de zurdo le hace un jugador complicado para Granollers, que tendrá que jugar a su mejor nivel si quiere tener opciones.