Una superpotencia económica y deportiva como Alemania no se puede permitir no contar con algún tenista entre los 20 mejores del mundo. Lleva tiempo arrastrando la falta de alternativas a los míticos Michael Stitch o Tommy Haas, siendo Kohlschreiber un jugador muy regular pero falto de opciones en los grandes torneos.

Es por ello por lo que resulta tan apasionante la eclosión de un joven con una gran proyección de futuro, como es Alexander Zverev. El menor de la saga se encuentra, a los 18 años, en un gran momento de forma y tras las semifinales firmadas en Montpellier, empezó con muy bien en Rotterdam.

Zverev no acusó el esfuerzo realizado en Montpellier

Tenía un rival realmente complejo en primera ronda, como es siempre el canadiense Vasek Pospisil. Sin embargo, Zverev no acusó el esfuerzo físico y mental realizado la pasada semana, y siguió poniendo de manifiesto una gran mejoría. Ha trabajado duro en pretemporada, y ese trabajo está dando sus frutos. Con un contundente 7-5 6-2 y sin perder su servicio en ninguna ocasión, el teutón logró un triunfo de categoría. Gilles Simon o Robin Haase será el rival de Zverev en la próxima ronda. No ha de ser muy apetecible para ninguno verse las caras con un jugador enrachado, y que parece dispuesto a hacer valer su inmenso talento.

Philippe Kolhschreiber completó la excelsa jornada para el tenis germánico, al imponerse por 6-4 6-2 a Ivan Dodig. El croata llegaba procedente de la previa, pero no está en su mejor momento. Más preocupado por el circuito de dobles, el bueno de Ivan no fue rival para un Kohlshcreiber muy centrado, que tendrá que elevar su nivel de juego si quiere seguir progresando. Marin Cilic será su rival en cuartos de final, en lo que se atisba como un partido de altos vuelos.