Una prueba más de lo difícil que es mantener la intensidad durante varias semanas. Viktor Troicki es uno de los jugadores más en forma del circuito. Campeón en Sidney, buen papel en Melbourne y finalista en Sofía. Se esperaba mucho del balcánico en el torneo holandés, pero llegó realmente fatigado.

Toda esa fatiga salió a la luz en el duelo de cuartos de final ante Nicolas Mahut, donde Viktor se cayó con todo el equipo. Un auténtico despropósito de encuentro para sus intereses, de principio a fin, cabizbajo en todo momento, sin potencia en sus golpes y con un porcentaje de primeros saques realmente bajo. Así es muy difícil competir ante un jugador curtido en mil batallas, que leyó la situación de su rival a las mil maravillas.

Rejuvenecido Mahut

Uno de los baluartes de la vieja escuela tenística gala, que se agarra a las pistas alternando su prolífica carrera de dobles, con apariciones tan esporádicas como exitosas en singles. Mahut se encuentra realmente cómodo bajo techo, y así lo está atestiguando en el torneo de Rotterdam. 

Tras eliminar a Gabashvili y Chardy, el jugador francés afrontaba con ilusión su duelo de cuartos de final, y salió dispuesto a no hacer concesiones a su fatigado rival. Se vio a un Troicki muy hastiado desde el inicio, errático con el servicio y muy inestable con la derecha. Solo con el revés mantenía el ritmo, pero Mahut no tenía prisa y alternaba alturas y velocidades con su revés cortado.

Mahut no dejó escapar su saque ni en una sola ocasión en todo el partidoPronto, el marcador reflejó las sensaciones que se veían en pista. Mahut tomó ventaja y no la soltaría en ningún momento, permitiéndose el lujo de relajarse en algún juego al resto. Troicki no creyó en ningún momento en sí mismo, y a cada largo peloteo en el que veia que sus golpes eran meros placebos, se hundía psicológicamente un poco más.

No hubo partido en el segundo set, donde Mahut dominó de principio a fin y demostró estar en un momento de gran confianza. No dejó escapar su servicio en ninguna ocasión, y tuvo que hacer frente a tres bolas de ello cuando el partido ya estaba resuelto por su amplia ventaja. A sus 34 años y asentado en el puesto 54 del ránking, el francés tiene ante sí una oportunidad única para volver a darse un homenaje. Bautista o Klizan será su rival en semifinales.