El tenis moderno tiene poco de maduración de puntos y mucho de juego directo. Cada vez los tenistas tienden más a reforzar sus servicios y sus golpes ganadores desde el fondo de la pista aparcando los partidos físicos con puntos largos. En las condiciones de clima de Miami el juego directo es una baza muy acertada ya que, por la gran humedad y el sofocante calor, los tenistas pierden puntos en la resistencia. Dos de los tenistas que llevan el juego directo por bandera y que jugaron los octavos de final en el torneo de Florida fueron Nick Kyrgios y Milos Raonic.

El tenista australiano hizo gala de su excelente saque para llegar a los octavos de final sin excesivos problemas. En esta ronda iba a ser Kuznetsov quien intentase contrarrestar los saques del australiano. El ruso llegaba después de tener que remontar a Mannarino en un partido en el que fue de menos a más. Si en dieciseisavos fue mejorando progresivamente su tenis, en octavos lo fuer empeorando. Comenzó muy bien el ruso que parecía tener la receta para cortar los poderosos golpes del rival, pero la exigencia física que requería le fue deshinchando. Aun así peleó y logró llegar a la muerte súbita en el primer set. La suerte no le sonrió y la perdió. En el segundo set estuvo muy entero, pero Kyrgios tenía el brazo caliente y los servicios se estrellaban el cuadro de saque con enorme virulencia. Kuznetsov mostró flaquezas con el servicio en un solo juego, lo que hizo falta para que Kyrgios se llevase la eliminatoria.

Después de acabar su partido, Kyrgios puso la vista en el de Raonic. El tenista canadiense tenía que jugar en octavos contra “la cenicienta” del cuadro: Dzumhur. El bosnio, que apenas asoma por encima del puesto 100 en el ranking, estaba haciendo un espléndido torneo. Dejó por el camino a Nadal cuando el manacorí se tuvo que retirar por los efectos adversos del clima. Su aventura continuó y tenía que medirse en octavos con el gigante de Podgorica. Raonic no quería que el bosnio le sorprendiese a él también y, aunque se resistía a ceder, le sometió en el primer st dejándole en blanco. En el segundo se volvió más agresivo Dzumhur, pero no presentó apenas batalla a un Raonic que veció sin ningún problema a su combativo rival.

Las victorias de ambos tenistas les llevan a verse las caras en los cuartos de final. Miami será testigo de un duelo del mismo estilo: el juego directo. La pelea será máxima y es difícil apostar por uno de los cuando Miami se está convirtiendo en la tierra de las oportunidades para los tenistas con menos ranking.