Como si de una legión romana se tratara, Angelique Kerber avanza con paso firme en el mundo del tenis. Su robusto tren inferior le confiere una habilidad innata para pasar de la defensa al ataque en apenas segundos, reduciendo al máximo sus defectos y erigiéndose en un sólido y compacto armazón, que arrasa con todo lo que está en su camino. Así lo hizo en Melbourne, antes de que ese armazón se dispersara fruto del júbilo. Pero en Miami ha vuelto a agruparse, y se antoja difícilmente parable.

Es la máxima exponente de un estilo de juego totalmente antagónico al de las consumadas atacantes, como Serena, Garbiñe, Kvitova o Azarenka. Jugadora achaparrada y muy fuerte, que hace de la paciencia y la tenacidad sus principales armas, y eleva el tenis a un exponente de juego psicológico y físico. Madison Keys no aguantó la batalla, y se replegó ante el ataque letal de una jugadora muy a tener en cuenta durante todo 2016.

Superioridad manifiesta de Kerber

Ha recuperado la confianza y la intensidad, y eso se nota. Angelique vuelve a ser la temible jugadora que no da concesiones, mete todas las bolas en pista y lo hace con criterio. No se parapeta detrás de la línea de fondo, sino que busca no perder pista en ningún momento auspiciándose en su físico imponente. 

Keys tenía claro cuáles eran sus armas: pegar cada bola buscando el golpe ganador. Esto no es nada fácil ante una jugadora tan rápida y que mete siempre una bola más. La estadounidense no logró entrar en pista, y tuvo que replegarse ante las bolas profundas de la alemana. Despojada de la clara iniciativa, Madison se vio desorientada en todo momento.

Keys intentó aguantar el tirón en el primer set pero acabó diluyéndose

Logró un break en el primer set y llegó a salvar tres bolas de rotura en contra, pero eso no evitó que la teutona decantara la balanza de su lado. Luchó con más corazón que cabeza la estadounidense, y al verse un set abajo se diluyó completamente. La segunda manga fue de claro dominio de Kerber, que no cedió ni una sola oportunidad a Keys para que le rompiera el saque. 

Billete para semifinales, en lo que se antoja una final anticipada. Kerber y Azarenka son dos de las jugadoras más en forma del circuito, y desatarán un duelo de estilos apasionantes. El duelo tendrá aires de revancha, debido a la victoria de Kerber sobre la bielorrusa en cuartos de final del Abierto de Australia.