Feliciano López seguía en su gira por norteamericana, después de los dos Masters 1000, el de Portillo viajó hasta Houston. El la arcilla tejana Feliciano quería resarcirse de las prematuras derrotas en las pistas rápidas de Indian Wells y Miami. El primer escollo que superó lo hizo sin problemas en su partido contra Lukas Lacko. El segundo partido, que correspondía a los cuartos de final, le mediría a Smyczek, tenista que avanzó rondas con la ilusión de mantener el nivel ante su público. El joven estadounidense estaba jugando bien y sorprendiendo, pero Feliciano López iba a luchar por despertarle del sueño.

El partido comenzó bajo el sol tejano en la pista central de Houston. Los dos tenistas comenzaron el partido con intensidad apostándolo todo al juego pausado del intercambio de golpes. Los saques no eran especialmente veloces, con lo cual los puntos eran largos y el resto apretaba al servicio. Feliciano comenzó a apretar los dientes y consiguió una rotura que hizo ir a su rival a remolque todo el parcial. Feliciano tuvo buena mano izquierda para mantener el nivel y darle el golpe de gracia al primer set.

El cansancio hizo mella en los dos tenistas que acusaban las temperaturas. El segunda parcial fue más frenado y los dos tenistas tuvieron su oportunidad de sorprender pero no lo lograron. Feliciano comenzó un juego más directo para evitar que el joven Smyczek sorprendiese desde el peloteo y, con la maestría que le caracteriza cerró el partido con una rotura que deshizo el sueño de Smyczek.

Feliciano López, aunque no hizo brillanteces desde el saque, demostró que tiene muchos más recursos para sacar los partidos. Se le pudo ver cómodo desde el fondo de la pista y estuvo muy seguro en las subidas. Su estilo de juego y el nivel mostrado invitan al optimismo en Houston. Feli luchará por conseguir la llave de la final contra Juan Mónaco