Stan Wawrinka llegaba a Monte Carlo en un delicado estado de forma. Después de la gira americana, jugó en Indian Wells y Miami, llegaba con la moral un poco tocada. El tenista suizo no hizo una mala actuación en California donde cayó eliminado por un combativo Goffin. El batacazo lo dio en Miami donde no fue capaz de ganar el primer partido contra Kuznetsov. En el partido contra el ruso se pudo ver a un Wawrinka apático que nada tenía que ver con la mejor versión sacada en Indian Wells. Llegaba a Mónaco con la duda de qué tenista saldría a luchar los partidos. Kohlschreiber, primer rival del helvético, estaba desplegando un buen tenis y quería agarrarse a la peor versión del suizo para dar la sorpresa y eliminar del cuadro final a “Stanimal”.

Wawrinka empezó el partido muy frío y el alemán hizo break en el primer juego. Stan, que no quería que sonasen de nuevo las alarmas, puso la réplica inmediata y el partido empezó de nuevo con 1-1 en el marcador. Poco a poco el suizo se fue metiendo en el partido y se encontraba cómodo en la pista. Kohlschreiber hizo lo propio y también entraba más en el juego que era eminentemente de peloteo. Wawrinka apretó en el ecuador de set, pero su rival salvó cuatro bolas de break y mandó el parcial a la muerte súbita. Aquí Wawrinka apretó el acelerador y ganó sin excesivas complicaciones la primera manga.

Se notó el efecto del primer set en los dos tenistas. Wawrinka apretó más y Kohlschreiber se hundió en la pista, dio ventaja al helvético que se puso un break arriba. El teutón se lo jugó todo a una carta, al juego agresivo, y le salió bien. Wawrinka se confió en exceso y los errores no forzados le costaron la igualada. Al final fue la calidad quien decidió el partido y Stan, que va sobrado de ella, se deshizo como pudo de Kohlschreiber y certificó su presencia en octavos.

El alemán fue una piedra en el zapato para Wawrinka durante todo el partido. Casi una hora y cuarenta minutos de un encuentro muy físico que curte a Wawrinka en las pista del Principado. Las sensaciones no terminan de ser buenas, pero el pase maquilla la actuación del helvético. En octavos se verá las caras con el francés, Gilles Simon.