En un gesto de deportividad y elegancia, Roberta Vinci asumió la responsabilidad y manifestó su decepción consigo misma por no haber podido rendir al nivel esperado. No estaba obligada a atender a los medios, pero lo hizo y con gran amabilidad, lo cual adquiere mayor relevancia por el resultado cosechado. Un ejemplo más de que Vinci no es solo una buena tenista, sino sobre todo una deportista con unos valores muy a tener en cuenta.

Afirmó no esperar lo que ocurrió ya que se había preparado bien, pero una vez en pista se vio absolutamente impotente ante Carla: "Para competir contra una jugadora como Carla debes estar al máximo nivel, y yo no lo estuve. Hay veces en que las cosas no salen como esperabas." No buscó excusas y no tuvo explicación para lo ocurrido, mostrándose triste pero con confianza en que la situación pudiera revertirse: "No he tenido sensaciones en ningún momento, me ví lenta de piernas y aunque intenté cambiar el ritmo con subidas a la red, ella estuvo muy sólida y no me dejó entrar en el partido."

También compareció ante los micrófonos, el capitán del equipo: Corrado Barazzuti. Se mostró benévolo con Vinci, en la línea de lo comentado por la italiana: "El tenis es impredecible. Roberta no jugó a su nivel y eso es algo que puede ocurrir, no pasa nada. Era su primer partido sobre tierra batida esta temporada, y estas cosas pasan." Además, lamento profundamente la lesión de Sara Errani, que trastocó mucho sus planes. "Schiavone ha hecho un buen partido, pero la baja de Sara nos ha mermado. Esperábamos poder contar con ella pero no ha podido ser. Mañana tampoco va a poder jugar si fuera necesario." Así pues, en caso de que Vinci se impusiera a Garbiñe en el primer partido de la jornada, todo indica que será Francesca Schiavone la que disputaría el cuarto punto de la eliminatoria.