Después de sucumbir en segunda ronda del Masters 1000 de Montecarlo, su primer torneo de tierra batida esta temporada, el tenista madrileño comparecía en el ATP 250 de Bucarest, donde debutaba ante el bosnio Aldin Setkic, contra el que tenía que luchar para acceder a la segunda ronda, donde le esperaba el rumano Radu Albot, que acudía a la cita después de superar la fase previa del torneo e imponerse al cabeza de serie número ocho, Paul-Henri Mathieu.

Verdasco manda de principio a fin sin problemas

La igualdad era máxima durante los primeros compases del choque, ni más ni menos que ocho bolas de rotura le llegaban a Verdasco en el primer juego, necesitando más de quince minutos para romper el servicio de Albot y sumar el 1-0 a su marcador, consolidando a continuación el quiebre obtenido para colocarse con 2-0 a favor. De ahí en adelante los juegos iban pasando poco a poco sin que Radu consiguiera entrar en ritmo de juego, incapaz de recuperar terreno con Fernando, para mantener así una cómoda renta de un quiebre por delante.

El nivel que estaba mostrando Verdasco en pista era bueno, siendo consistente sin que su rival pudiera crearle peligro, logrando el madrileño disponer de una nueva bola de rotura con 4-2 a favor, la cual lograba Albot solventar para recortar distancias en el electrónico, algo que ni mucho menos impedía a Fernando continuar dominando el choque a placer. Al resto le llegaba al madrileño la primera oportunidad de cerrar el primer parcial, siendo incapaz su contrincante de detener sus acometidas, cediendo las primeras bolas de parcial, que Verdasco convertía en el set a su favor por 6-3.

Fernando Verdasco domina a placer el partido impidiendo que Albot plante cara

Después de un pequeño descanso en el que clarificar ideas, tanto Verdasco como Albot saltaban a pista con la convicción de hacer una buena segunda manga, pero a las primeras de cambio el rumano vería como la reacción que tenía en mente nunca llegaría. Verdasco solventaba su primer servicio sin problemas para a continuación quebrar el de Radu, colocando así el 2-0 a favor, algo que no le impedía un juego después consolidar la rotura obtenida anteriormente para irse rápidamente hasta el 3-0, una renta fabulosa para buscar el desenlace del choque instantes después.

Totalmente fuera estaba del partido Albot, que no conseguía plantar cara sobre la pista a un Verdasco que campeaba a sus anchas, quebrando nuevamente el saque de su rival para irse hasta el 4-0, una ventaja que ampliaba al instante con su servicio, colocando el 5-0, que le daba la oportunidad de cerrar el partido al resto. Albot maquillaba el parcial solventando su servicio, para que Fernando Verdasco cerrara no solo el segundo set por 6-1, sino el partido por 6-3 y 6-1 después de una hora y veintiocho minutos de partido.