El tenis checo está en la cúspide del tenis femenino mundial. Pocas naciones en la historia de este deporte podrán decir que tuvieron simultáneamente a tres jugadoras entre las veinte mejores del mundo. La baja de Petra Kvitova no deslumbra el gran plantel del torneo de Praga, en el que tanto Safarova como Pliskova parecen dispuestas a darse un baño de multitudes.

Safarova sabe sufrir

Está cómoda sobre tierra batida, sabe jugar al contraataque y se desplaza a las mil maravillas por la pista. Lucie ya demostró su excelencia sobre esta superficie el pasado año, con su puesto de finalista en Roland Garros, y está dando el pistoletazo de salida a la gira de 2016 en su propia casa y con gran juego y motivación.

Tuvo un partido más duro de lo esperado ante Hsieh, que estuvo realmente concentrada y precisa. Todo se decidió por nimios detalles, que son los que separan a una jugadora capaz de vencer en torneos grandes, a otra que es una mera alternativa al poder establecido. 7-6 (3) 7-5 en favor de la checa, que habrá de jugar mejor si desea llegar a la final, para lo que tendrá que vencer a su compatriota Pliskova.

Giorgi es arrasada por Pliskova

No hubo lugar a la disputa. La italiana es capaz de lo mejor y lo peor, y no parecía estar dispuesta a sufrir y ponerse el mono de trabajo en la fría mañana checa. Se la vio totalmente desorientada, siendo dominada de principio a fin por el tenis impetuoso e incisivo de Pliskova.

La checa encontró golpes ganadores con facilidad, y no tuvo remilgos en cerrar puntos en la red. 6-2 6-1 fue el resultado final de un encuentro sin historia, que deja a Giorgi en el casi otra vez.