Nicolás Almagro dio un paso de gigante en el torneo de Estoril al derrotar al argentino Leo Mayer, séptimo cabeza de serie, en cuartos de final.  El tenista español consiguió llevarse la victoria por 6-4 / 7-6(5) en un partido disputado y lleno de alternativas para ambos lados.  Este resultado permite a Almagro seguir recobrando confianza y sensaciones positivas en su lucha por volver a ser el jugador que fue.

El partido a priori prometía espectáculo, con dos buenos jugadores sobre esta superficie y el argentino partiendo como favorito.  Mayer venía jugando muy bien y Nico llegaba con la confianza de haberse deshecho de Joao Sousa, otro hueso duro de roer, en octavos de final.  Mayer intentaría apoyarse en su sólido revés a un mano desde el fondo de la pista, y buscar su derecha a la mínima oportunidad para hacer daño al murciano y moverlo de lado a lado.  El saque sería vital para Almagro, ya que le permitiría empezar los puntos con inicitativa y atacar con su derecha en la media pista.

El partido comenzó sin demasiado brillo, con ambos jugadores cometiendo errores desde el fondo de la pista.  Almagro consiguió romper el saque de Mayer con 1-1 en el marcador, pero un par de errores en el juego siguiente evitaron que consolidara esa rotura, y el argentino igualó el set de nuevo.  Seguían alternando errores con golpes profundos y puntos de bella factura, aunque el español supo ser más consistente y utilizar su potente derecha para romper una vez más en el séptimo juego.  Esta vez no le tembló el pulso a Nico, que consiguió sus dos juegos de saque restantes para llevarse la primera manga por 6-4.

Almagro comenzó el segundo set muy enchufado, y su confianza se tradujo en varios puntos espectaculares con su revés paralelo, arma que apenas había utilizado en la primera manga.  Con todo, Mayer consiguió aferrarse a la pista e ir sacando adelante sus juegos de saque con sufrimiento.  La profunda derecha del argentino, su arma más temible, le permitió aguantar el tirón hasta el undécimo juego.  Con 5-5 en el marcador, Nico Almagro consiguió su tercera rotura del partido tras una contradejada magistral. 

El partido parecía visto para sentencia, pero quedó demostrado una vez más lo difícil que es cerrar los partidos en este deporte.  La falta de ritmo de Nico se hizo notar, y le tembló el brazo en el momento de finiquitar el choque.  El argentino consiguió un nuevo contrabreak que llevó el segundo set a la muerte súbita.  Mayer comenzó pegando primero, con una minirrotura temprana, pero el español supo rehacerse y tirar de mentalidad para dar la vuelta al resultado.  Al final, una bola larga de Mayer permitió a Almagro adjudicarse el tie break y el partido. 

El tenista murciano lo celebró rugiendo como antaño, y ya espera a su rival en semifinales, que saldrá del duelo entre dos grndes promesas del tenis mundial: Borna Coric y Nick Kyrgios.  Pase lo que pase, Almagro ha dado un paso importantísimo en este torneo, demostrándose a sí mismo y al resto que puede vencer a grandes jugadores y recuperar su nivel de antaño.  Semana de grandes sensaciones para un tenista que intenta recuperar su mejor versión de cara al Mutua Madrid Open.