Su progresión es muy positiva y su actitud más que loable, pero aún le falta ritmo y capacidad para neutralizar el juego de tenistas de determinado nivel. Querrey, Berdych, Zeballos y Kohlschreiber han sido los escollos que el tandilense no ha podido superar, poniendo de manifiesto su necesidad por seguir cogiendo ritmo competitivo. El principal problema del argentino en estos encuentros fue su incapacidad para tomar la iniciativa, a consecuencia de cierta lentitud de piernas.
A Delpo le cuesta flexionar, combinar alturas, afrontar el juego contra rivales que le exigen ese plus del que aún está lejos. Poco a poco, sin obcecarse y sin que estas derrotas le hagan perder la moral, el argentino debe ver el vaso medio lleno, y hacer una lectura positiva del hecho de haberse metido en cuartos de final de un exigente torneo como el de Munich.
Lejos del mejor nivel
No se preveía un partido nada sencillo, pero el dominio del teutón fue aplastante. Kohlschreiber supo en todo momento qué era lo que tenía que hacer para derrotar al argentino. No asumió excesivos riesgos, jugó profundo y alternando la apertura de ángulos, varió alturas y martilleó el revés del argentino. Poco pudo hacer Del Potro, despojado de manera flagrante de la iniciativa, y relegado metros por detrás de fondo de pista, sin posibilidad de sacar a pasear el bazoca que tiene como drive.
Delpo no tuvo opciones al resto y fue despojado de la iniciativa en el juego
El alemán es un consumado especialista en tierra batida, y tiene la experiencia y sapiencia para manejar estas situaciones. Sacó bien, tanto que tan solo permitió dos bolas de break al argentino, que se produjeron ya en los compases finales del partido, más por relajamiento que por mérito de Juan Martín.
Solo el saque mantuvo en la pomada a Del Potro durante el primer set, pero en ningún momento se vio con capacidad para revertir la situación. Al jugar más de dos partidos en una misma semana, su muñeca parece resentirse y así lo prueba la recurrencia de reveses cortados. Vía libre para Philippe hasta las semifinales, donde se verá las caras con el volátil Fabio Fognini. Del Potro habrá de seguir trabajando duro y sin desesperarse, intentando disfrutar de estas raciones de tenis y emoción.