Nicolás Almagro ha vuelto.  La recuperación del tenista español se confirmó en las semifinales del torneo ATP 250 de Estoril, donde venció contra pronóstico a Nick Kyrgios.  El partido, disputado con oficio y experiencia de principio a fin, se resolvió por 6-3 / 7-5.  Almagro jugó confiado y tranquilo, supo mantenerse en el encuentro en los momentos complicados y demostró una vez más que está recuperando su mejor nivel.

El jugador australiano no tuvo su mejor díaDel duelo entre Nico y Nick salió como claro perdedor el australiano. Kyrgios no supo encontrar su mejor versión a lo largo del partido, y cometió excesivos errores desde el fondo de la pista, que lo lastraron en los momentos importantes.

El primer set comenzó con un claro dominador, Almagro, que movió a su rival de lado a lado de la pista mostrándose muy seguro tanto de derecha como con su golpe de revés.  Un Kyrgios dubitativo se sacaba de encima los juegos de saque como podía.  Inevitablemente, se produjo la rotura de saque a favor del murciano, que controló el set hasta el final y no se arrugó a la hora de cerrarlo por 6-3 en apenas 25 minutos.

El segundo parcial comenzó como el primero, con un Almagro consistente y calmado, resolviendo los puntos en la media pista y exhibiendo un nivel de juego fantástico al saque.  Kyrgios seguía jugando a trompicones, aferrándose a su saque para seguir vivo en el encuentro.  Pero los grandes jugadores no necesitan demasiado para meterse en un partido, y el ranking de Kyrgios se hizo notar.  El tenista de Canberra decidió modificar su estilo de juego para intentar terminar los puntos en la red, en vista de su inferioridad desde el fondo de la pista.  Un juego algo errático de Almagro propició que el aussie golpeara primero en el segundo set, poniéndose con una ventaja de 4-2.

Reacción de Almagro

El punto de inflexión del partido llegó con esta rotura, ya que Nico, lejos de amedrentarse o venirse mentalmente abajo, siguió peleando y haciendo gala de un juego ordenado e inteligente desde el fondo.  Kyrgios siguió con sus dudas, algo lento en sus desplazamientos y poco resolutivo con su golpe de derecha, y no fue capaz de consolidar el break.  Almagro empató la segunda manga, que parecía irremediablemente abocada al tie break.  Sin embargo, con 5-5 Nick Kyrgios volvió a desordenarse al saque y el murciano dio un nuevo zarpazo al marcador, poniéndose a tan solo un juego de llevarse la semifinal. 

En el juego decisivo se vieron las dudas de Almagro, normales en un jugador que lleva tiempo apartado de las finales de los torneos.  Una doble falta y un error no forzado colocaron al español con un preocupante 0-30.  Sin embargo, no le tembló el pulso y consiguió cuatro puntos consecutivos que lo llevaron en volandas a la final.  Almagro ganó el partido por galones, experiencia y hambre, ante un Nick Kyrgios que tuvo una tarde para olvidar.

Habrá final española sobre suelo portugués.  Espera Pablo Carreño, promesa del tenis español y gran jugador sobre arcilla, que consiguió derrotar al francés Benoit Paire por un doble 6-3.

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