Madrid no le sienta bien a Roger Federer. Desde que en 2012 reinase sobre la polémica tierra batida azul, el suizo solo ha ganado un partido la capital española. En 2013 Kei Nishikori puso fin al camino de Federer en octavos, En 2014 la inminente paternidad alejó a Roger de Madrid, mientras que en 2015 Nick Kyrgios acabó con las esperanzas del helvético a las primeras de cambio.

La tendencia no se revertirá este 2016, y es que Federer ha anunciado a última hora su baja del Mutua Madrid Open. Unas molestias en la espalda son el motivo por el que el de Basilea no podrá luchar por su cuarta corona en Madrid.

"Cuando llegué estaba bien. En el entrenamiento del sábado me hice daño en la espalda. Ayer y hoy no tenía las sensaciones adecuadas para entrenar. El miércoles no podría jugar al cien por cien. Prefiero jugar sin riesgos y prepararme para Roma", declaró el campeón de 17 Grand Slam. "Estoy decepcionado. Tenía muchas ganas de jugar aquí, y esto no es lo que quería hacer", añadió.

En rueda de prensa, Federer quiso tranquilizar a sus incondiconales. "Esta lesión no tiene nada que ver con la que sufrí antes de la final de la Copa Davis en 2014. Aquella fue de las más difíciles de mi carrera. Estas molestias son normales en la espalda, las he tenido anteriormente y sé como combatirlas", afirmó.

La falta de partidos en este 2016, especialmente sobre tierra batida, puede ser motivo de preocupación de cara a una de las grandes citas de la temporada, Roland Garros. Sin embargo, el suizo aseguró no estar preocupado por este asunto. "He entrenado mucho sobre tierra, muchas horas. Además, soy un jugador que no necesita jugar muchos partidos para sentirse preparado. Con mi experiencia y como me siento en los grandes torneos, si puedo jugar partidos antes bien, si no no pasa nada. Confió totalmente en mi juego".

El mejor tenista de todos los tiempos intentará ultimar en Roma su preparación de cara a Roland Garros, aunque su presencia no está totalmente garantizada. "El objetivo ahora es jugar en Roma y hacerlo bien, como el año pasado. Pero si no puedo jugar allí, tampoco es el fin del mundo", concluyó.