El partido inaugural de la jornada en el Mutua Madrid Open enfrentó por segunda vez esta temporada a los españoles Roberto Bautista-Agut y Feliciano López. Atrás queda el maratoniano partido que ambos jugaron en Indian Wells, que se prologó hasta las tres horas y cuarto con Feliciano como ganador. Esta vez la historia ha seguido el mismo curso y el partido se ha extendido hasta las dos horas y media, pero el ganador ha sido el jugador castellonense, número 17 del mundo, por un marcador de 6-3 5-7 y 7-5. 

Roberto Bautista rompe la racha de dos derrotas seguidas ante su némesis y reafirma lo bien que su juego se adapta a la altura de Madrid. El castellonense parece tener un vínculo especial con esta pista, pues en ella consiguió hace dos años alcanzar las semifinales, su mejor resultado en un Masters 1000. Es el segundo español que se mete en los octavos de final tras Rafael Nadal y espera rival para esa ronda que saldrá del encuentro que disputarán el número uno del mundo Novak Djokovic y la joven promesa del circuito Borna Coric. 

Una vez más la Armada Española ha mostrado sus credenciales sobre la arcilla, erigiéndose como la nación más potente. Roberto Bautista y Feliciano López tuvieron muy presente el partido en Indian Wells e iniciaron el partido sin mucho ritmo, aunque con un Bautista llevando todo el peso del juego y un Feliciano a la expectativa. A medida que fueron entrando en calor, los jugadores comenzaron a deleitarnos intercambios largos con definiciones exquisitas. 

Ambos eran conscientes de las virtudes y defectos de su rival y la batalla estratégica generó mucha tensión en la pista. El toledano sabedor de la habilidad de piernas de Bautista buscó constantemente las dejadas para romper el ritmo del partido. Por su parte, el castellonense jugó muy largo para mantener a su rival lejos de la red. Esta igualdad y respeto se rompió en el cuarto juego donde Bautista aprovechó los bajos porcentajes de Feliciano con el saque para ponerse por delante en el marcador, y con un saque fiable el número 17 del mundo cerró el set 6-3. 

Feliciano López cabizbajo y haciendo constantes muestras de enfado a su entrenador Pepo Clavet consiguió con el paso del encuentro afinar su saque y, con ello, incrementar el nivel de juego y del partido. Esas sensaciones positivas con él mismo se reflejaron en el segundo set donde anuló la efectividad de Bautista a base de saque-red. 

Bautista era fiel a su estrategia de mantener a Feliciano fuera de su zona de confort, pero cada vez era más complicado hacer daño al toledano al resto y con su saque los fantasmas de los errores no forzados asolaron la raqueta del jugador español. En contraposición, Feliciano iba poco a poco recuperando sensaciones con su derecha principalmente y en el undécimo juego rompió el saque de su rival para mandar el partido a un definitivo set. 

La tendencia del partido cambió radicalmente y era Feliciano quien dominaba el partido con saques por encima de los 200 km/h, derechas paralelas y un dominio contundente en la red. Aún así, el toledano no consiguió abrir brecha en el marcador gracias a la fiabilidad al saque de su rival. 

Cuando se es dominador de un partido y se desaprovechan tantas oportunidades para cerrarlo e irse a la ducha, al final se paga. Eso fue lo que le sucedió a Feliciano que sin precipitarse y jugando con cabeza tuvo una bola de break 4-3 en el marcador, pero fugazmente volvió la precipitación y tiró la bola fuera. A partir de ahí, Bautista a base de derechas a la línea consiguió en el penúltimo juego del partido el break y poner el punto y final a un encuentro en el que ambos jugadores parecen verse abocados a los duros partidos.