Rafa Nadal volvió a sufrir y remontar. El balear tuvo que ponerse el traje de faena para dar la vuelta a un partido en el que su rival, el cañoñero Sam Querrey, comenzó a un nivel sobresaliente.
Lo cierto es que el encuentro comenzó de la peor forma posible para Nadal. "Es muy difícil jugar con este tipo de jugadores. Tienen el potencial de pegar muy fuerte a la pelota, y en muchos momentos dependes de ellos", afirmó. "Hasta ahora no había jugado de noche. Tampoco habia entrenado. Además el día estaba nublado, y las condiciones de la pista eran más lentas", añadió.
El momento clave del primer set y del partido llegó en el 4-2, "Me fui a restar más atrás para cambiar su campo visual"momento en el que Querrey sacaba para quedarse a un juego de apuntarse el primer parcial. "La clave del partido ha estado en recuperar el break con el 4-2. Ahí toda ha comenzado a fluir", confesó el campeón de 14 Grand Slams. "Hice algunos cambios. Me fui a restar más atrás, con la intención de variar su campo visual a la hora de sacar, y la verdad es que funcionó".
La confianza adquirida en las últimas semanas es vital a la hora de levantar este tipo de partidos, que hace tan solo unos meses solían terminar con un resultado bien distinto. "Cuando ganas todo es más facil. La victoria ayuda a seguir ganando", declaró.
En la jornada de ayer, Rafa se dejó ver en el Santiago Bernabeu junto a Novak Djokovic, en un tono de lo más cordial. "Tenemos una buena relación, como la tengo con todo el mundo. Al final esto es solo un deporte, un juego. La vida es más importante, y es más feliz cuando te llevas bien con la mayor gente posible", admitió.
En cuartos de final, el de Manacor medirá sus fuerzas con Joao Sousa, un jugador al que conoce bien. "Es un gran jugador. Le conozco muy bien, estuvimos entrenando juntos en Mallorca. Es un jugador que se hace muy peligroso cuando va avanzando rondas. Hoy ha ganado un partido muy difícil ante otro gran jugador, como es Jack Sock. Mañana estará listo para el partido, con mucha confianza", concluyó.