Lo que parecía un camino de rosas terminó por tornarse en una dura travesía por el desierto. El 6-0 inicial de Nadal sobre Sousa hacía imposible imaginar que el partido terminaría por decidirse en un apretado tercer set. A pesar de las dificultades, el mejor tenista español de todos los tiempos pudo sobreponerse, cerrar el partido y certificar su billete para unas semifinales en las que ya esperaba Andy Murray.

"Hice un gran primer set. Jugué a gran intensidad, y él cometió bastantes errores. La bola iba profunda, sentía que estaba haciendo daño", afirmó el balear. Pero todo se complicó a mitad del segundo set, cuando la lluvia obligó a cerrar el techo de la Manolo Santana, que había sido retirado antes del inicio del partido. "El problema no ha sido tanto el techo, sino que la bola se ha mojado y estaba muy pesada. En el tercer set, con bolas nuevas, todo cambió", declaró.

No obstante, Rafa no quiso quitar méritos a la reacción de su rival. "Ganar 6-0 a un jugador del nivel de Sousa en cuartos de final de un Masters 1000 es algo que simplemente no pasa", confesó el campeón de 14 Grand Slam.

Hubo tiempo también para que el español hablase de su díficil "Que Murray ganase un título sobre tierra era cuestión de tiempo"partido de mañana, ante el número dos mundial, Andy Murray. "Murray ha jugado muy bien hoy, al igual que toda la semana. Va a ser un partido muy duro. Debo estar a mi mejor nivel si quiero tener alguna opción", confesó. La semifinal de mañana supondrá la reedición de la final del año anterior, en la que Murray se impuso con cierta facilidad. "Este año es completamente diferente a otros. Mis sensaciones son diferentes. No sé que puede pasar mañana. Cada día es diferente y cada partido también".

La mejoría de Murray sobre tierra y sus primeros títulos sobre esta superficie eran para Nadal "cuestión de tiempo". "Que Murray no tuviese un título sobre tierra era algo irrelevante. Es un gran jugador sobre cualquier superficie. Ya había hecho buenos resultados, semifinales de Roland Garros...", concluyó.