En un circuito tan competitivo como el actual, cualquier imprevisto puede suponer un quebradero de cabeza durante meses, e incluso romper abruptamente con todo lo logrado. Ancic o Soderling son manifiestos casos de cómo las lesiones pueden romper la carrera tenística y, recientemente, se ve cómo Nicolás Almagro no termina de jugar al nivel al que lo hiciera antes de su lesión en 2014.

A Kevin Anderson la lesión le llegó en el mejor momento de su carrera; inaugurando condición de top-10, el sudafricano había logrado el ansiado durante años salto cualitativo, y una vez allí tuvo que dejar las pistas. La ansiedad le sobrevino y jugó dos torneos en los que tuvo que retirarse al no estar bien recuperado; su victoria ante Feliciano López parecía ser un halo de esperanza, pero Mónaco le sacó del ensueño.

Desinflamiento físico del sudafricano

Comenzó bien el bueno de Kevin, con ilusión, moviéndose con intensidad, entrando en pista y apoyándose bien con su servicio. No dio ninguna opción a un Mónaco que no encontraba su sitio y corría detrás de bola continuamente. Todo cambió en la segunda manga, después de que Anderson se relajara sobremanera y permitiera que Mónaco tomara la manija del encuentro.

El argentino comenzó a enfrascarse en largos peloteos, a desplazar de su zona de confort a Kevin y cansarle. Le falta ritmo de competición al sudafricano, y se notó al ver cómo sus piernas perdían fuelle y no llegaba a golpear la bola delante, tal como lo hacía en el primer set. Victoria de mucho mérito para Mónaco, que da continuidad a sus buenas sensaciones en Roma después de ganar a Johnson en la primera ronda. Su siguiente rival saldrá del duelo entre Wawrinka y Paire.

Goffin se enfrentará con Berdych en la tercera rondaAdemás, Goffin se cita con Berdych en la siguiente ronda después de imponerse a un Jack Sock al que ni siquiera su buen papel en Madrid parece haberle devuelto la confianza. 6-4 6-4 para el belga reponiéndose a la pérdida de su saque en una ocasión en cada set.