Su comportamiento no parece acorde con los valores olímpicos, y el díscolo Bernard podría haber sido una bomba de relojería en la villa olímpica. Se erigía en una oportunidad de que pudiera vivir una experiencia diferente, aprendiera de deportistas ejemplares y se empapara de la profesionalidad reinante en el mundo olímpico, pero Tomic decidió renunciar. No parece despertar muchas pasiones la posibilidad de desplazarse a Río de Janeiro para jugar sobre pista dura, apostando varios tenistas de gran calidad por centrarse en el calendario ATP.

John Isner y Feliciano López alegaban cierto cansancio y el hecho de que haber disputado ya la cita olímpica, les hacía ver que otros merecían esa oportunidad. Sin embargo, las bajas de dos jóvenes como Dominic Thiem y Bernard Tomic solo puede ser explicada por la desmotivación que les causa este evento. Parecen tener ambos otras prioridades, y se centrarán en preparar bien el torneo Masters 1000 de Cincinnati, que se disputará la semana siguiente a los Juegos Olímpicos.

Coincidente en el calendario será el flamante torneo de Los Cabos, en México. Tomic es un habitual en Acapulco, pero no se espera que se desplace de nuevo a Centroamérica para la disputa de este evento. El compromiso de Bernard con Australia está puesto en duda, después de su ausencia en las últimas eliminatorias de Copa Davis, recibiendo críticas incluso de compañeros como Nick Kyrgios, por lo que esta renuncia no hace sino acrecentar los rumores.

Sin embargo, el propio Kyrgios rompió una lanza por su compatriotra, al trivializar la actitud infantil que tuvo Tomic en Madrid, cuando intentó restar una bola con el mango de la raqueta, y retirarse en el torneo de Roma tras disputar tres juegos: "No es fácil jugarle a Fabio (Fognini) en tierra. Es la superficie que menos le gusta a Bernard. Estoy seguro que él compitió en casi todos los otros puntos del partido. No sé realmente como lo estuvo haciendo pero se rayaría sólo con aquél punto cuando probablemente se dejó la piel el resto del partido". La presencia del mismo Kyrgios está en duda, al estar siendo vigilado por la Federación Australiana, que no desea episodios de rebeldía en los Juegos Olímpicos. Nick se pronunció así al respecto:  "Si no quieres que dos de los mejores jugadores de Australia representen a tu país, pues que así sea".