Ante la baja ya confirmada de Belinda Bencic, su compatriota Timea Bacsinszky se erige como la gran esperanza suiza de cara al segundo Grand Slam del año, Roland Garros. La número nueve del ránking WTA tendrá la presión de defender las semifinales alcanzadas en la pasada edición, donde sólo fue superada por la estadounidense Serena Williams, a la postre posterior vencedora.
Cuatro títulos como profesional, uno de ellos en tierra
La suiza, que cumplirá 27 años el próximo 8 de junio, ha logrado hasta la fecha cuatro títulos en el circuito WTA: Luxemburgo 2009, Acapulco y Monterrey en 2015 y Rabat este año. Precisamente este último es el único conquistado en superficie de polvo de ladrillo. Y es que quitando sus semifinales en París el año pasado la suiza no ha cosechado grandes resultados en tierra batida. En realidad se trata de una jugadora muy completa, pero que no destaca sobremanera en ninguna superficie.
Esta semana ha alcanzado su mejor ránking, la número nueveEn 2011 sufrió una grave lesión en el pie que le cortó bastante la progresión y que la mantuvo bastante tiempo alejada de las pistas. Volvió en 2014 al top50 pero no fue hasta el año pasado cuando explotó al alcanzar entre otros resultados las semifinales en Roland Garros, los cuartos de final en Wimbledon y la final en el torneo Premier de Wuhan.
Su irregularidad como problema
Al igual que muchas de las tenistas del circuito WTA, el gran problema de la suiza es su inestabilidad, capaz de lo mejor y de lo peor. En lo que lleva de 2016 su balance de victorias/derrotas es de 19-12. Su comienzo de temporada fue horrible, cayendo a las primeras de cambio en Brisbane y Sidney para después quedarse en segunda ronda del Open de Australia. En Doha e Indian Wells mejoró al llegar a los octavos de final en ambos torneos. Pero fue en Miami donde vimos otra vez la mejor versión de la Bacsinszky. Derrotó consecutivamente a Ana Ivanovic, Agniezska Radwanska y Simona Halep para finalmente caer ante la rusa Svetlana Kuznetsova.
19-12 es el récord este año de BacsinszkyDespués llegaría su título en Rabat (Marruecos) y una aceptable gira de tierra con los octavos de final en Madrid y sus recientes cuartos de final en Roma, donde cayó ante la española Garbiñe Muguruza.
Su lucha en pista lo mejor, su servicio lo peor
Bacsinszky es una jugadora caracterizada por su coraje y lucha en pista si sus sensaciones son buenas. Su servicio es quizás su punto más débil. Especialmente suele sufrir bastante con su segundo saque. La suiza normalmente recibe bastantes breaks pero eso lo compensa con su efectividad al resto. Dentro de su irregularidad es una tenista que si tiene confianza se convierte en muy difícil de batir y te obliga a jugar una bola más.
En Roland Garros será la cabeza de serie número ocho Está siendo muy habitual el hecho de que casi ninguna jugadora pueda jugar bien dos torneos seguidos. Bacsinszky depende mucho de sus sensaciones, si el torneo lo comienza bien, con una victoria contundente en su primer partido creará muchos problemas a sus rivales, pero también es capaz de lo contrario: caer muy pronto y ante cualquiera.
