Kei Nishikori ha venido a por todas.  El tenista japonés consiguió superar a Simone Bolelli por 6-1/7-5/6-3 y ya está en la siguiente ronda de Roland Garros.  Tras completar una buena gira de tierra, parece dispuesto a conseguir algo grande en este segundo grande del año.  El partido atravesó muchas dificultades externas, sobre todo a causa de la lluvia, pero Nishikori no bajó la guardia y se mantuvo serio para cerrar el partido sin complicarse.

El partido se presentaba con el tenista de Japón como claro favorito, debido a la gran temporada que está completando y que lo está confirmando como uno de los tenistas a tener en cuenta en los grandes torneos.  Simone Bolelli es un jugador muy peligroso en tierra batida, y se apoya en su poderosa derecha para mover a sus rivales y hacerles sufrir.  El juego de Kei es de sobras conocido: poseedor de todos los golpes, cuenta con un revés infernal, una derecha que rebosa control y potencia a partes iguales y es capaz de conseguir golpes ganadores desde cualquier posición.

Primer set a la velocidad de la luz

Nishikori entró al partido muy serio, con las ideas claras y sabiendo exactaente qué hacer para hacer daño a su rival.  Atacó incansablemente desde el fondo, desbordando a un Bolelli que no daba con la tecla para invertir la dinámica del partido.  Nishikori siguió a lo suyo y consiguió hacerse con el primer parcial por 6-1, dejando claras sus intenciones de no dar opción a la sorpresa.  Bolelli solo pudo aplaudir a su rival al otro lado de la red, y aferrarse a una bajada de nivel del tenista japonés para intentar meterse en el encuentro.

La lluvia hizo su aparición en el segundo setEl segundo parcial comenzó de idéntica forma al primero, con un Kei inspirado y atacando incansablemente desde el fondo de la pista.   Consiguió una rápida rotura y sacó para establecer el 4-1 en el marcador, pero el italiano reaccionó y consiguió un contrabreak.  Cuando el set estaba igualado con 5-4 para el japonés y saque para Bolelli, la lluvia acaparó el protagonismo del partido por primera vez.  Se produjo un parón por las condiciones meteorológicas, que se prolongó durante más de una hora.  Nishikori corría peligro de ver cortado su ritmo, como siempre ocurre cuando un partido se interrumpe, pero cuando ambos jugadores regresaron a la pista el japonés demostró una vez más que ha venido muy serio a este torneo.  Sin bajar la guardia en ningún momento, supo estar más acertdo en los momentos importantes y dar el zarpazo en el segundo set, que se llevó por 7-5, encarrilando el partido.

En la tercera manga, con 2-1 para el japonés, la lluvia se empeñó en alargar el partido y hubo que interrumpir el juego una vez más.  En todas las pistas se pausaron los partidos, y por lo avanzado de la hora hubo que posponer la jornada al día de hoy. 

El partido se reanudó con dos horas de retraso, otra vez por culpa de la maldita lluvia, pero Nishikori no dio pie a una nueva interrupción.  Saltó a la pista concentrado y dispuesto a acabar con su rival de una vez por todas, y la diferencia de nivel entre ambos fue notoria.  Bolelli apenas pudo mantener el partido vivo un par de juegos, antes de que Nishikori metiera la directa para llevarse el tercer parcial (y el partido) por 6-3.

El próximo rival del tenista nipón será el ruso Kuznetsov, que derrotó a Benjamin Becker en sets corridos.  A priori no debería complicarle la vida a Kei, que ha venido a esta edición del torneo con las cosas muy claras.