Corrieron tiempos mejores para el madrileño, tiempos en los que el reto consistía en ganar a uno de los mejores del mundo en octavos de final, tiempos en los que partía como uno de los jugadores más peligrosos de la talentosa segunda línea del circuito ATP. Esos tiempos pasaron, y ahora el madrileño no juega tanto por ránking como por amor a este deporte, y por sí mismo. Busca alegrías que le sigan manteniendo enganchado a la raqueta, y atesora el tenis suficiente como para sorprender a cualquiera si está inspirado.

Tuvo suerte en el sorteo del cuadro. Al no partir como cabeza de serie, podría haberse visto las caras con cualquiera de los mejores. Le cayó un cabeza de serie, pero el más bajo de ellos y, para más inri, uno de los que llega en peor forma. Y es que Steve Johnson no se asemeja al jugador que asombró en el tramo final de 2015, dando sensación de fragilidad en cada uno de los partidos que disputa esta temporada.

Seriedad como receta para el éxito

La acostumbrada volatilidad que muestra el madrileño, brilló por su ausencia en su encuentro de primera ronda en este Roland Garros. Acude sin presión a la cita gala el bueno de Fernando, defendiendo únicamente la segunda ronda cosechada el pasado año y buscando con ahínco su mejor tenis. Lo encontró ante Johnson, al que dominó de principio a fin e hizo gala de una gran eficacia en sus mesurados pero persistentes ataques.

Verdasco hizo 39 golpes ganadores por tan solo 26 errores no forzados

Estuvo brillante al resto el español, metiéndose en pista y encontrando sin dificultades el timorato revés cortado de Johnson. El estadounidense no pudo tirar con su drive, y fue una marioneta a merced de un Verdasco que atacó sin precipitarse. El único pero que se le puede poner a Fernando es la falta de eficacia en el aprovechamiento de bolas de break, habiendo necesitado siete para romper en la primera manga.

Fue más a remolque el español en el segundo set, donde logró salir airoso de la mejor versión de Johnson en todo el partido. Y es que el estadounidense forzó cuatro bolas de break, pero no solo no pudo aprovecharlas, sino que cedió el servicio en cuanto Fernando le apretó las tuercas. En el tercer set, Verdasco no bajó la guardia y pudo cerrar el partido superando el ligero y habitual despiste que se tiene en partidos largos y que supone perder el saque en, al menos, una ocasión.

Nishikori es el potencial rival del español en tercera ronda

El potencial rival de Fernando en tercera ronda sería Kei Nishikori, pero antes de llegar hasta ahí, el español ha de confirmar las buenas sensaciones ganando en segunda. Si lo lograra, el balance ya podría considerarse como positivo, y en su previsible enfrentamiento ante el nipón, podría emerger la mejor versión del madrileño.