Sensación de poderío, de confianza plena en sí mismas, de trámite a resolver cuanto antes para que la lluvia no impidiera el devenir correcto de su torneo. Halep y Radwanska se comportaron como engranajes perfectos sobre las pistas parisinas, y su decisión fue un alivio para los orgnizadores, que vieron cómo resolvían sus respectivos encuentros en apenas una hora.

Son candidatas a todo y encarnan ese juego alternativo al de la búsqueda inexorable del ganador que se estila en los últimos tiempos. Tenistas completas, con mucha mano y un físico envidiable, capaces de correr bien hacia delante y con una capacidad innata para el contraataque. Mostraron ambas sus credenciales para el triunfo final en París.

Radwanska dio un recital

Siempre una bola más. La filosofía de la polaca llevada a su máximo exponente ante una Jovanoski cuyos problemas físicos arrastrados durante toda la temporada, impidieron moverse con la frescura necesaria para desbordar a una rival como Agnieszka. No tuvo ningún problema la polaca, que se permitió el lujo de practicar artificios en la red, y dejó sus ya acostumbradas imágenes golpeando la bola totalmente agachada.

6-0 6-2 fue el resultado final de un partido sin historia, que catapulta a la polaca a la segunda ronda. Allí se verá las caras con Caroline García, en lo que se prevé que sea un partido apasionante ya que la francesa llega en muy buena forma tras ganar en Estrasburgo.

Halep continúa con las sensaciones de Madrid

Estaba pasando por una etapa difícil, pero el torneo disputado en la capital de España parece haber catapultado a la rumana a un estado de confianza superior a todo lo experimentado en este 2016. Rebosa confianza por los cuatro costados, y este gran partido de primera ronda ante Hibino, puede suponer un influjo de confianza para una jugadora muy hábil en tierra batida.

6-2 6-0 fue el resultado en favor de una Simona cuya siguiente rival saldrá del duelo entre entre Diyas y Withoeft. Si Halep sigue jugando a este nivel, se antoja complicado que alguna de ambas pueda sorprender a la rumana.