Resultados mejorables, ciertas suspicacias hacia la tierra batida y dudas que despejar. Así llegan John Isner y Bernard Tomic, dos jugadores que por lo demás, son radicalmente opuestos, sobre todo en lo que a actitud se refiere. Y es que el estadounidense es uno de los jugadores más queridos del circuito por parte de sus compañeros, desprendiendo un aura de bondad que se corresponde poco con sus letales saques. Tiene su carrera hecha pero sigue ilusionado por avanzar. Por su parte, Tomic acude con la polémica sobre él, las críticas de compañeros y prensa hacia su actitud y dudas reales de que le guste este deporte.

Isner caminó en el alambre

Al límite. Así estuvo el de Greensboro durante todo su partido ante John Millman, un consumado especialista en rendir a buen nivel en Grand Slam, y que se agarró a la pista endureciendo notablemente el partido. En la tarde de la jornada del lunes, Isner tomó ventaja ganando en el tiebreak de la primera manga tras un intercambio de breaks. Su objetivo no era otro que el de irse dos sets arriba, pero Millman salvó bolas de set en contra y se adjudicó la muerte súbita de la segunda manga casi en plena penumbra, por 14-12.

Se reanudó el encuentro ya en la mañana del martes, con unas condiciones más favorables para Isner al estar la pista más seca. En un nuevo tiebreak, Isner tomó ventaja y eso fue un mazazo para el luchador Millman. Continuó batallando pero claudicó en el undécimo juego del cuarto set, viendo cómo el partido se le escapaba por detalles.

Tomic encuentra la cordura

Su rival no tenía nada que perder. Baker es un veterano que se resignó hace años a su mala suerte con las lesiones, y disfruta cada partido como si fuera un regalo divino. Dio buena imagen en su duelo ante Tomic, pero el australiano jugó intenso y aprovechó bien sus oportunidades, moviendo la pelota con variedad de efectos y alturas y conectando 40 golpes ganadores.

Baker dejó escapar ocho bolas de break

Baker acusó su falta de rodaje al no estar acertado en los momentos importantes del partido; tuvo sus opciones pero las dejó escapar por lo que el resultado podría haber sido muy distinto en caso de que el estadounidense hubiera tomado buenas decisiones en las bolas de break que tuvo a favor.