Tras un debut donde los nervios y las dudas estuvieron a punto de costarle la derrota, Garbiñe Muguruza afrontaba su segundo partido en Roland Garros 2016 con mayor confianza y seguridad en sí misma, una condición imprescindible para triunfar en un deporte tan mental como el tenis. Precisamente la mentalidad estaba siendo el talón de Aquiles de la hispano-venezolana en esta primera fase de la temporada, donde no había conseguido los resultados esperados y había sufrido derrotas inesperadas ante rivales teóricamente inferiores.

Al otro lado de la red se encontraba la francesa Myrtille Georges, una jugadora de 25 años que recibió una invitación de la organización para disputar el segundo Grand Slam de la temporada. Desconocida para la mayoría del público, la jugadora gala demostró buenas maneras ante la número cuatro mundial, pero también la evidencia de que ambas tenistas se encuentran, a día de hoy, muy lejanas en lo que a nivel tenístico se refiere.

Inteligencia para acabar con las dudas

Y eso que el principio del partido fue más igualado de lo que se preveía. Garbiñe comenzó concentrada el encuentro, consiguiendo buenos porcentajes con su servicio y buscando mover a su rival y no tanto los golpes ganadores, lo que se tradujo en el triunfo en el primer juego. Pero esta tendencia duró poco tiempo, y la jugadora española empezó a precipitarse, cometiendo errores no forzados que unidos a golpes ganadores de Georges se tradujo en una igualdad en el marcador (1-1).

Garbiñe fue creciendo con el paso de los juegos

El siguiente juego discurrió por los mismos derroteros que el anterior, con Muguruza alternando errores no forzados y golpes ganadores. La jugadora francesa dispuso de una bola de 'break' a su favor, pero la hispano-venezolana reaccionó con madurez para voltear el juego y mantener la iniciativa del partido. También hubo opciones de rotura en el cuarto juego, en este caso dos favorables a la tenista nacida en Caracas, pero Georges acumuló varios grandes golpes y logró empatar de nuevo el encuentro.

La historia del partido cambió radicalmente a partir del quinto juego. Garbiñe Muguruza comenzó nerviosa y Myrtille Georges se colocó con un 0-30 a su favor, pero la tenista hispano-venezolana comenzó a conectar buenos golpes y, con mucha inteligencia, logró darle la vuelta al marcador y colocarse 3-2 arriba. Esta reacción aumentó la confianza de Garbiñe, que también fue mejorando su rendiminento sobre la pista, logrando golpes rápidos, profundos y ajustados muy difíciles de contrarrestar para su rival.

La española aprovechó la primera de sus dos oportunidades de 'break' para romper por primera vez el servicio de la jugadora gala, y a continuación disputó su mejor juego del 'set', imponiéndose en blanco gracias a golpes ganadores. La primera manga parecía encarrilada con el 5-2 a favor de Muguruza, que cerró el parcial con un nuevo juego en blanco, esta vez conseguido desde el resto y gracias principalmente a los errores no forzados de Georges.

Versión letal

La hispano-venezolana encadenó diez juegos consecutivos

Con la confianza de verse un set arriba en el marcador, Garbiñe Muguruza comenzó la segunda manga a un nivel muy alto, y gracias a tres golpes ganadores y un error no forzado de su rival le permitió establecer el 1-0 en el marcador. La tenista hispano-venezolana se sentía muy cómoda sobre la arcilla parisina y, con el control total del partido, comenzó a provocar errores en su rival hasta el punto de disponer de dos opciones de rotura en el segundo juego del parcial. Garbiñe no desaprovechó la ocasión de conseguir un 'break' que certificó en el juego siguiente, colocando una diferencia prácticamente insalvable en el marcador.

A partir de ahí, el partido apenas tuvo historia, pues Muguruza fue conectando golpes ganadores mientras que su rival sumaba errores, tanto forzados como no forzados, hasta el punto de ceder dos juegos más con su servicio, lo que unido a la fiabilidad con el saque de Garbiñe permitió a la tenista hispano-venezolana apuntarse el segundo set por 6-0. En la tercera ronda de Roland Garros 2016, Garbiñe Muguruza se enfrentará a la vencedora del duelo entre la rusa Ekaterina Makarova y la belga Yanina Wickmayer.