Si hay un partido en el que el público pueda amortizar la entrada, ese es el que disputen David Ferrer contra Juan Mónaco y más si se juega en la superficie favorita para ambos: la tierra batida. El de hoy era el noveno choque entre ambos, con un balance de 4 victorias para cada uno, y el primero en un Grand Slam. Desde el principio se comprobó lo duro y exigente que iba a ser el partido, caracterizado por las constantes alternativas en el marcador para ambos tenistas. 

Mónaco comenzó más enchufado, siendo él que dictaba la mayoría de los intercambios, que eran de muy alta intensidad. Ferrer, aunque no se sentía cómodo, no tiró la toalla en este primer parcial al remontar por 3 veces un marcador adverso, 2-1 5-4 y 6-5. Pero en el desempate Mónaco se adelantó muy pronto  y esta vez no dejó escapar la ventaja llevándoselo por 7-4.

Hubo hasta siete breaks consecutivos entre el final del primer set y el inicio del segundoEl alicantino tenía mucho margen de mejora, especialmente con su segundo servicio ( 5 de 18) y con el elevado número de errores no forzados con 23. Daba la sensación de que el argentino no podía hacer más de lo que estaba ofreciendo mientras que el español podía dar mucho más.

Ferru reacciona y da la vuelta al partido

El segundo set se inició como el final del primero, con una sucesión de roturas de saque por parte de ambos. El español fue capaz de controlar mejor esa situación y se situó con 3-1 de ventaja. Ferrer se encontraba cada vez mejor y ponía en cada vez más problemas el servicio del argentino. Consecuencia de esto fue que con 5-3 y al resto el finalista de 2013 consiguió otra rotura y con ello empataba el choque. 

El desgaste físico estaba siendo brutal y todavía quedaban un mínimo de dos sets por disputarse. El tercero volvió a repetir el guión de los dos anteriores, con múltiples roturas de servicio entre ambos. La mitad de los juegos de este set fueron breaks  y en otros tres hubo opciones de romper. Como en el segundo parcial, Ferrer se llevó el gato al agua y logró una rotura más que su rival alzándose con la manga por 6-4, cómo no, al resto. La constancia y mejor gestión de los momentos clave empezaban a decantar la balanza en favor del nº 11 del mundo. 

18 fueron las roturas de saque a lo largo del encuentro​A pesar de estar ya dos sets a uno abajo, Mónaco tuvo una actitud encomiable y siguió luchando hasta el último punto, pero Ferrer no quería esperar y en este cuarto y definitivo set logró quebrar por completo la resistencia del tandileño con dos roturas de servicio en el cuarto y octavo juego para llevarse el parcial por 6-2.

Tras esta durísima batalla Ferrer no tendrá tampoco un rival sencillo en su partido de tercera ronda. Se trata de su compatriota Feliciano López, que se deshizo del dominicano Víctor Estrella Burgos por la vía rápida.

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Sobre el autor
Manuel García
Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.